LA FASCINANTE FORTALEZA DE MASADA
Siente el peso de la historia en una escapada al desierto de Judea
Entramos en la Fortaleza de Masada, uno de los lugares más emocionantes y más visitados de Israel. Representa la historia de la perseverancia y la entrega, un rincón de la historia de la conquista romana de la región.
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La meseta de Masada se encuentra en el extremo oriental del Desierto de Judea, cerca del Mar Muerto, entre las poblaciones de En Gedi y Sodom. Se eleva a 450 metros sobre el nivel del mar y su nombre proviene del hebreo metzuda, que significa fortaleza. Masada, es uno de los lugares más emocionantes y más visitados de Israel. Y no es para menos, ya que esta fortaleza representa la historia de la perseverancia y del poder, de la fe y de la entrega, de las ambiciones, y de un final trágico. Ubicada en el Parque Nacional de Masada, es todo un símbolo del país y un fascinante sitio arqueológico.
Construida en el año 30 a.C. por el rey Herodes, la fortaleza de Masada es Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y una visita obligada si uno viaja a Israel. En la cima de una montaña de paredes escarpadas, con el desierto al oeste y el Mar Muerto al este, uno descubre aquí, la apasionante historia y el valor, de los defensores de esta inexpugnable fortaleza, y su batalla contra los conquistadores romanos.
Al comienzo de la gran revuelta contra Roma en el año 68 a.C. el sitio fue conquistado por un grupo de judíos zelotes, y Masada se convirtió en su último bastión, ya que se suicidaron para no caer con vida en manos de los romanos. Esta hazaña nos habla de valentía, heroísmo y martirio.
Y realmente, el lugar no ha cambiado mucho desde entonces. Los restos de la fortaleza están bien conservados y se han reconstruido en parte para rendir homenaje a sus habitantes. Lo más impresionante en Masada es el palacio del rey Herodes, construido en tres terrazas con unas impresionantes vistas. Cerca del palacio, el sitio conserva una villa romana magnífica del siglo I, los restos del sistema de asedio romano más completo del mundo, una casa de baños de estilo romano con suelo de mosaico y paredes decoradas con murales, el yacimiento romano mejor conservado de Israel, y otros edificios como el lujoso palacio occidental, la mikve o baño ritual judío, los almacenes, las torres de vigilancia, y una sinagoga con restos de cerámica decorada, pergaminos y monedas. Restos que harán las delicias de los amantes de los sitios arqueológicos.
Desde la cima de la fortaleza la belleza del paisaje es impresionante. Se puede subir a pie por un sinuoso camino conocido como el Camino de la Serpiente, o en teleférico desde el centro turístico a los pies del sitio. El teleférico es el más bajo del mundo ya que su recorrido se realiza por debajo del nivel del mar, una curiosidad más de la zona. Su estación en la cima se encuentra a 33 metros sobre el nivel del mar y su punto más bajo se encuentra a 257 metros bajo el nivel del mar.
El centro turístico ofrece también la proyección de una película sobre la historia de Masada, una maqueta del lugar y cuenta con un museo donde se exponen los hallazgos arqueológicos.
Una visita a Masada es una experiencia única. Además está muy cerca de Jerusalén y de los centros turísticos que del Mar Muerto. Eso sí, calcula que visitar la fortaleza nos llevará entre dos y tres horas. Una vez en la cima es obligatorio circular a través de los senderos marcados, y encontrarás muchos vestigios del paso de las civilizaciones. El más curioso, los restos de una iglesia bizantina, sin olvidar que el territorio fue posteriormente ocupado por otros tantos imperios, culturas y religiones.
La antigua fortaleza de Masada es un símbolo del pueblo de Israel. Visitarla es sentir el peso de la historia, es revivir la Antigüedad, y sentir la emoción de personajes importantes que forman parte de la civilización que hoy conocemos. Aquí uno puede embriagarse de la tensión y la lucha que debieron soportar aquellos héroes.
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Turismo de Israel
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