TREKKING Y PAISAJES
Rutas de trekking en Perú: la aventura infinita entre Cusco y Áncash
Perú es tierra de caminantes. Desde los Andes cusqueños hasta las cumbres de Áncash, sus rutas de trekking combinan historia, paisajes de ensueño y desafíos que marcan al viajero para siempre.

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Custodiadas por montañas nevadas, valles profundos y senderos milenarios, las rutas de trekking en Perú son mucho más que un reto físico: son un viaje hacia la historia viva de los Andes. Cusco y Áncash, dos de las regiones más fascinantes del país, invitan a descubrir caminos que recorren culturas ancestrales, paisajes imposibles y pueblos que parecen haberse detenido en el tiempo. Desde el mítico Camino Inca hasta las lagunas turquesas de la Cordillera Blanca, cada paso conecta al viajero con la naturaleza y con la huella que dejaron los incas en estas tierras.
Cusco: el corazón del Imperio Inca a través de sus caminos
Cusco es un destino que respira historia y misticismo en cada rincón, y no hay mejor forma de explorarlo que a pie. El Camino Inca es la ruta más icónica: recorrerlo significa seguir los mismos pasos que los incas trazaron para unir su imperio. Entre montañas, bosques nubosos y restos arqueológicos escondidos. Es un recorrido exigente, pero cada amanecer entre las cumbres andinas y cada sitio arqueológico hallado en el trayecto convierten el esfuerzo en una experiencia irrepetible.

Además del Camino Inca, Cusco ofrece alternativas que no tienen nada que envidiarle. El Salkantay, por ejemplo, es una ruta desafiante que lleva a los caminantes por paisajes que alternan picos nevados, valles verdes y lagunas de aguas intensamente turquesas. La caminata hacia el Ausangate, la montaña sagrada de los incas, combina trekking con espiritualidad: los viajeros pueden contemplar glaciares, participar en rituales andinos y conectar con comunidades locales que aún mantienen vivas sus tradiciones. El trek de Lares, en cambio, es perfecto para quienes buscan cultura viva, ya que atraviesa pueblos que conservan su legado textil, agrícola y gastronómico, invitando a una inmersión auténtica en el mundo andino.
En Cusco, cada camino no solo conduce a paisajes extraordinarios, sino también a una conexión íntima con la historia, la cosmovisión y la fuerza de los Andes.
Áncash: la cuna de los nevados y las lagunas turquesas
Al norte de Lima, Áncash es un paraíso para los amantes de la montaña. La región está custodiada por la Cordillera Blanca y la Cordillera Negra, que enmarcan al legendario Callejón de Huaylas. Allí, el trekking se vive entre picos nevados, valles fértiles, lagunas de un azul profundo y pueblos que guardan la herencia de culturas milenarias como la Chavín.

Uno de los recorridos más espectaculares es el trekking de la Cordillera Huayhuash, considerado uno de los más bellos del mundo. El circuito rodea cumbres de más de seis mil metros de altura y lleva al viajero por paisajes donde glaciares, lagunas color esmeralda y praderas altoandinas parecen salidos de un sueño. Cada jornada es intensa, pero las vistas panorámicas y el contacto con una naturaleza intacta hacen que valga la pena cada paso.
Otra joya es la visita a las Lagunas de Llanganuco, dentro del Parque Nacional Huascarán, Patrimonio Natural de la Humanidad. Sus aguas cristalinas reflejan las montañas nevadas como si fueran un espejo del cielo, y el trekking por la zona regala vistas inolvidables de la cordillera.

Además, Áncash no es solo naturaleza: el camino también conduce al pasado, con paradas en sitios arqueológicos como Chavín de Huántar, cuna de una de las culturas más antiguas de los Andes, o en Huilcahuaín, vestigio de la cultura Huari.
En Áncash, caminar no es solo hacer deporte: es descubrir la grandeza de los paisajes peruanos y la profundidad de su legado cultural.
Cusco y Áncash son el paraíso para quienes buscan aventura, cultura y naturaleza en estado puro. En Perú, cada ruta de trekking es un viaje al pasado y un desafío para el presente, donde los recuerdos se graban para siempre.
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