Oceanía
Rottnest, la isla sin coches de las Antípodas
Rottnest Island goza de las mejores playas vírgenes de Australia Occidental y es un lugar sagrado para los aborígenes.
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Parece mentira que se encuentre a menos de una hora de Perth en ferry, porque, aunque el viaje es corto, el destino es como haber viajado siete milenios atrás, cuando la crecida del mar separó las tierras de Rottnest Island del continente australiano. Allí nos esperan playas vírgenes, paisajes únicos y suaves colinas con mucha vegetación.
Los primeros habitantes de esta isla de 19 kilómetros cuadrados, reserva natural de Australia desde 1917, datan de hace 6.500 años. Eran los miembros de la tribu aborigen Nyungah, que ya le dieron a este lugar un importante significado espiritual. Sin embargo, no fue hasta el primer cuarto del siglo XX cuando se convierte en destino turístico.
Allí aún se pueden visitar los primeros asentamientos coloniales del siglo XIX, bien conservados y que ayudan a mantener la sensación de seguir viajando en el tiempo. Los antiguos barracones son una buena opción para acampar y alojarse si el presupuesto es limitado.
Los amantes de los animales tienen aquí todo un paraíso. La flora y fauna endémica es increíble. Las estrellas son los quokkas, unos simpáticos marsupiales similares a los canguros, más pequeños, que solo se encuentran en Australia Occidental. Durante el otoño y el invierno austral se puede ver a las crías asomándose por las bolsas de sus madres. En primavera comenzarán a saltar y descubrir su nuevo mundo.
Además, hay excursiones desde la isla en barco para ver osos marinos, águilas pescadoras, tortugas, delfines y ballenas. Y toda la zona está cuajada de lugares perfectos para practicar el buceo y el snorkel.
La bicicleta es el mejor medio de transporte para conocer la isla. Se pueden alquilar en las terminales de los ferris y en las tiendas de Thomson Bay, en la propia Rottnest, donde hay también cafeterías y los restaurantes.. Pero no es la única forma de conocer el lugar. Uno de los pocos vehículos que pueden
moverse en la zona es el autobús Bayseeker, que realiza paradas en playas desiertas y rompientes de surf.
Visitar Perth y no pasar un día a deslumbrarse con las maravillas naturales de este lugar debería estar prohibido.
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