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UNA CAPITAL QUE HAY QUE VISITAR

10 rincones imprescindibles de Oslo

La capital de Noruega se nos presenta en verano como una de las mejores escapadas para disfrutar de muchas horas de sol, llenándolas todas de mil actividades tanto en el fiordo de Oslo como en la propia ciudad. Descubre los rincones que no te puedes perder.

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Oslo es la capital oficial de Noruega desde 1814, cuando el país ganó su independencia de Dinamarca. Con una población que ronda los 900.000 habitantes, es de las ciudades nórdicas que más rápidamente está creciendo. Puede que influya su clima, mucho más benigno de lo que, a priori, su latitud podría indicar. Los veranos son bastante cálidos y los inviernos, lo suficientemente fríos para poder practicar el esquí.

El Oslofjord -fiordo de Oslo- incluye unas 40 islas y más de la mitad del municipio está cubierto de bosques y parques, lo que hace de Oslo una ciudad verdaderamente verde. Vamos a hacer un recorrido por los diez rincones imprescindibles que no podemos dejar de conocer en una visita a la ciudad.

1. Parque Vigeland. Es uno de los lugares más visitados de Noruega, con más de un millón de visitantes al año. Es el trabajo de toda una vida del escultor Gustav Vigeland (1869-1943). Tiene más de doscientas esculturas de bronce y granito a tamaño natural: el Pequeño Enfadado, la Rueda de la Vida y el Monolito -de 17 metros de altura y compuesto por 121 cuerpos desnudos entrelazados-, son imprescindibles.

2. El Museo del Pueblo Noruego y la iglesia de Gol. Se trata de un parque al aire libre que está lleno de construcciones antiguas que se han traído de muchos puntos del país para su conservación. Hay granjas, graneros y casas tradicionales que nos hacen comprender cómo vivían los antiguos habitantes noruegos. Imprescindible la visita a la iglesia de Gol, construida en madera en el año 1200, es una muestra de edificación religiosa de la época.

3. Museo de los Barcos Vikingos. En este museo se encuentran tres de los barcos vikingos mejor conservados del mundo. Estos barcos han sido encontrados en tres tumbas reales en las cercanías del fiordo de Oslo, en el que fueron enterrados hace más de 1.100 años para transportar a sus reyes hacia el reino de los muertos. También se pueden encontrar otros objetos de la época: trineos, tejidos y enseres domésticos.

4. Museo del Fram. Fram es la nave más resistente del mundo y la única que ha navegado tanto a la parte más septentrional como a la más meridional del globo: fue utilizada en tres grandes expediciones polares dirigidas por Nansen (1893-1896), Sverdrup (1898-1902) y Amundsen (1910-1912). El barco conserva en su interior todos los enseres que se llevaron en estas expediciones, lo que nos ayuda a hacernos una idea de la dificultad a la que se enfrentaron los exploradores de la época.

5. Fortaleza de Akershus. Es uno de los principales iconos de Oslo, está situada a orillas del fiordo y muy cerca del Ayuntamiento; tiene una vista estupenda desde lo alto de sus murallas medievales. Tras sus grandes puertas y rodeado por la muralla se encuentra el Castillo de Akershus, que fue construido en el año 1300 y que puede visitarse con guía.

6. Museo de esquí de Holmenkollen y torre del trampolín. Este museo muestra cuatro mil años de historia del esquí y de expediciones polares como los equipos de Nansen y Amundsen; también alberga exposiciones sobre la historia olímpica y la familia real esquiando. Desde la torre del trampolín se puede disfrutar de magníficas vistas y experimentar la sensación de saltar con esquís, en un simulador.

7. Museo Munch y Galería Nacional. Si se quiere conocer a fondo la obra del más famoso pintor noruego, incluidas algunas versiones del famosos El Grito, es imprescindible pasarse un par de horas por el Museo Munch. Otra posibilidad de contemplar arte es la Galería Nacional, tiene la mayor colección de arte noruego y nórdico desde principios del siglo XIX hasta nuestros días.

8. El teatro de la Ópera. Es un edificio situado a la derecha del puerto, con exterior blanco y anguloso que parece surgir del agua. Durante todo el año se puede subir al techo para disfrutar de las vistas de la ciudad y el fiordo de Oslo. El interior está construido en madera de roble, es un edificio que ha recibido varios premios internacionales.

9. Ensanche arquitectónico de Oslo y Barcode. El proyecto “Código de Barras” forma parte de una modernización más amplia de la zona de Bjorvika. Estos altos edificios están situados cerca del fiordo de Oslo, y han redefinido radicalmente el perfil de una ciudad que se caracterizaba por su escasa altura. El proyecto ha provocado un revuelo sin precedentes entre arquitectos y ciudadanos, y todavía el diseño y la altura de los edificios del Barcode sigue siendo objeto de polémica.

10. El fiordo de Oslo. Con sus cien kilómetros de longitud el fiordo de Oslo es una joya de la naturaleza. Durante el verano se llena de gente y se puede disfrutar de las islas interiores del fiordo -cada una con su propio carácter-, tomar un refrigerio en alguno de sus cafés o relajarse en la playa mientras se contempla la ciudad. También se pueden hacer actividades: pasear en canoa, bucear, pescar o navegar.

Un recorrido resumen de diez lugares imprescindibles, desde la antigüedad al futuro, pasando por el presente de una ciudad que tiene mucho que mostrar.

Más información:
Turismo de Noruega
Turismo de Oslo

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