Viajestic » Destinos

América Sur

Un refugio de bienestar en los confines del mundo

Termas de Puyuhuapi Hotel&Spa en la Patagonia chilena

Publicidad

Cuando los conquistadores navegaron por el Estrecho de Magallanes encontraron en esta región austral de América del Sur unas enormes huellas de seres humanos y bautizaron a la zona como Patagonia “país de los patagones”. Un lugar único en el planeta en el que admirar la naturaleza en su estado más primigenio. Una región de contrastes entre hielos perpetuos, espectaculares bosques de árboles autóctonos, valles en los que la vegetación emerge poderosamente y una variedad de aves entre las que imponen su poderío el cóndor y el águila. Precisamente en este entorno, en la Patagonia chilena, brotan de las entrañas de la tierra las saludables aguas de Puyuhuai. Una combinación interesante es disfrutar de las bondades de estas termas junto a excitantes excursiones. Caminar por la selva fría, visitas al Parque Nacional Queulat con su Ventisquero Colgante, paseos en bicicleta por la carretera Austral o navegar en kayak por los canales e islas colindantes. Y para relajarnos y vivir una saludable experiencia termal, nada mejor que alojarnos en el Hotel&Spa Termas de Puyuhaupi, situado en la playa protegida de Bahía Dorita, y al que solamente se accede a través del mar. Con una estructura diseñada para integrarse en el paisaje fue construido con maderas de los bosques de sus alrededores trabajadas por artesanos locales. Las instalaciones del spa cuentan con 3 piscinas termales al aire libre al nivel del mar, una gran piscina de hidromasajes, un jacuzzi de agua de mar tibia y otro con agua termal y sauna de vapor. Todo ello como antesala a los tratamientos de su Centro de Talasoterapia realizados en un ambiente marino, gracias a la combinación de agua de mar, algas y calor. Una extensa variedad de terapias, que se complementan además con masajes corporales y cosmetología. Un lugar en los confines del mundo cuyo silencio, su apabullante naturaleza y sus instalaciones justifican su visita. Sencillamente, un refugio de paz y bienestar para revitalizar no solo el cuerpo sino también el alma.

Publicidad