UNA ESCAPADA SERENA
Refugio de aguas termales sin igual en el corazón de Japón
Entramos en Amanemu, un santuario de aguas termales sobre las colinas del Parque Nacional Ise-Shima y quizás uno de los descansos más lujosos en plena naturaleza que podemos encontrar en el Lejano Oriente.
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Amanemu es un extraordinario complejo de aguas calientes situado en un entorno idílico, dentro del Parque Nacional Ise Shima a orillas de la bahía de Ago. Un hotel que basa su filosofía en la antigua tradición japonesa del baño onsen, el uso de aguas termales ricas en nutrientes en tu propio hogar, y nos proporciona un refugio de paz y tranquilidad rodeado de naturaleza.
Con una estética clásica japonesa de la tradición ryokan, cada una de las 24 suites y de las cuatro villas de dos dormitorios cuentan con su propio onsen. Un destino relajado, tranquilo y contemplativo, donde se dan cita la mayoría de las tradiciones japonesas relacionadas con la hospitalidad, con atención a los detalles. La arquitectura del complejo es una interpretación contemporánea de los edificios tradicionales, de baja altura techos de tejas y paredes exteriores, que reflejan la sencillez de la naturaleza.
Un camino sinuoso conduce al pabellón de bienvenida, sobre una pequeña colina llena de árboles de arce y cerezo. Los espacios interiores son cálidos y ofrecen una elegante sencillez construidos a mano y en tonos claros de madera japonés. Cada habitación con baño privado, ventanas de piso a techo y persianas correderas, con vistas al parque nacional que rodea el complejo. Un mundo de armonía entre arquitectura y diseño con mesas de café, sofás y sillones de roble blanco vestidos con telas de tonos neutros.
Los baños siguen el diseño tradicional japonés con baldosas de piedra de basalto de color carbón y vistas a los jardines privados. Apetece tumbarse y relajarse en este ambiente perfecto y bucólico arropado por el agua caliente. Con los accesorios mínimos para no distraer la atención de la experiencia de tomar un tradicional baño japonés, un ritual cultural único.
Las terrazas hundidas están construidas con piedra de basalto y están ubicadas entre el restaurante y el bar, un espacio ideal para tomar el aperitivo y la piscina exterior de agua dulce ofrece vistas panorámicas a la bahía de Ago.
El Spa Amanemu, con un enfoque holístico, promueve el bienestar a través de la integración de los tratamientos, con la relajación, el movimiento y la nutrición. Influenciado por las aguas termales y las propiedades terapéuticas. 2.000 metros cuadrados con un gran onsen central, más dos pabellones privados de spa cada uno con su propia cubierta y su propio onsen al aire libre, ideal para aliviar los músculos después de un día de senderismo. También hay un gimnasio de última generación, suites y un Watsuestudio de yoga con paredes de cristal con una amplia terraza exterior con vistas a un tranquilo jardín.
El restaurante, con su techo abovedado y artesonado, da sensación de espacio y sirve productos frescos locales, incluyendo frutas delicadas, una gran variedad de verduras, y la langosta y el abalon de las aguas cercanas. Además de carne de Wagyu, original de la región. Basado en el concepto japonés de omakase, el chef selecciona los platos y cambia el menú diariamente según la productos frescos disponibles.
En las colinas sobre la bahía de Ago, Amanemu, está situado cerca del lugar sintoísta más sagrado de Japón, el gran santuario de Ise y de las rutas de peregrinación Kumano Kodo patrimonio de la humanidad por la Unesco, senderos montañosos y costeros utilizados durante más de un milenio.
La belleza natural de la región ocupa un lugar central que cambia según las estaciones, y que es la base ideal para descubrir los tesoros culturales, las balsas de perlas en el mar y la pesca de ostras en la bahía.
El Kumano Kodo son una serie de cinco rutas antiguas que convergen en el centro de los Montes Kii en la región meridional de Honshu. Y Amanemu ha creado rutas de senderismo que te llevarán a través de partes del Kumano Kodo, que transcurren entre corrientes, ríos, cascadas de montañas, cedros y bosques de ciprés, y que llevan a santuarios sagrados como Kumano Sanzan, Yohshino Omine y Koyasan.
Amanemu se encuentra al suroeste, a unos 300 kilómetros de Tokio y se puede llegar fácilmente a través de red de alta velocidad ferroviaria de Japón. Un paraíso y una forma de conocer mejor la cultura del país.
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