América Norte
Recorrer el desierto de Nevada en una caravana
De Los Ýngeles a Las Vegas en una caravana clásica de aluminio es el desafío que ofrece Airstream 2Go.
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Son muchos los que tienen como viaje de sus sueños el poder recorrerse Estados Unidos de cabo a rabo en una caravana antigua. Sus carreteras de cientos de kilómetros atravesando todo tipo de ecosistemas, parques naturales, desiertos, lagos, montañas... permiten vivencias únicas, acercarse a pueblos indios, ciudades abandonadas, grandes metrópolis cosmopolitas... Que deje de ser un sueño para convertirse en una realidad es mucho más fácil de lo que parece. La empresa Airstream 2Go se ha especializado en el alquiler de caravanas clásicas Airstream de aluminio remachado para estos intrépidos viajeros. Estos no rentan antiguos vehículos, sino los últimos modelos, que son remolcados, a su vez, por impresionantes GMC Sierra de última generación. Es decir, otro de los clásicos norteamericanos por excelencia: la camioneta todoterreno. Con ambos será posible realizar una ruta que ellos proponen para una escapada de tres días en plena naturaleza: la clásica Los Ýngeles – Las Vegas (a partir de 1.300 €, tres noches). Se podrá pasar, por ejemplo, por el Parque Nacional Joshua Tree, donde a sus afueras hay otra oda a las clásicas caravanas Aistream, el Kate Lazy Desierto Airstream Motel, un hotel muy particular del que ya os hemos hablado en Viajestic. Otros itinerarios propuestos por Airstream 2Go comienzan también Los Ýngeles, como el que lleva al Parque Nacional de Yosemite y que permite explorarlo junto a un guía experto de la zona, con parada para pernoctar en la fabulosa ciudad de Carmel, junto al Pacífico. Allí, además, un biólogo marino nos acompañará a explorar el santuario de la Bahía de Monterrey, justo antes de deslizarnos por la Pacific Coast Highway hasta el Gran Sur y el Castillo de Hearst, en Santa Bárbara. Si se prefieren otras zonas de Estados Unidos, la empresa tiene acuerdos para recorrer los desiertos de Arizona y Utah, con base en Las Vegas para los desplazamientos; así como los grandes bosques de Montana, donde, además de conducir, se podrá montar a caballo o navegar en káyak. Aventuras únicas con una caravana metalizada como testigo. Un sueño hecho realidad.
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