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RUSIA DIFERENTE

10 planes veraniegos que solo podrás hacer en Siberia

Es una de las regiones más inhóspitas del planeta y, por tanto, de las más desconocidas. Hasta el punto de que son pocos los que saben que aquí, en uno de los confines del mundo, también es posible disfrutar de unas vacaciones estivales, perfectas para los que huyen de 'lo de siempre'.

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Aquellos que tienen 'alergia' a los destinos masificados, las excursiones de grupo, las rutas llenas de tenderetes de recuerdos en colores fluorescente... tienen posibilidades más exóticas y placenteras que aseguran estar libres de todos esos 'males' del turismo actual. Uno de ellos, en el rincón más remoto del planeta: Siberia. Y es que los confines de Rusia no terminan de convertirse en un rincón que muchos escojan para sus vacaciones, y eso que tienen cosas que ofrecer.

Yakutia, la región que se corresponde con la República de Sajá, en el extremo oriental de Siberia, tiene el honor de albergar las ciudades más frías del mundo. Pero eso es en inierno. En verano, en cambio, Yakutsk, la capital, puede llegar a máximas de 35 ºC, aunque las medias son mucho más suaves y, salvo ola de calor, podremos disfrutar de una media de 25 ºC, así como un buen número de horas de sol gracias a encontrarse tan cerca del Círculo Polar Ártico.

Hemos seleccionado los 10 planes que harán de unas vacaciones diferentes a Siberia un recuerdo para toda la vida.

1. Pesca de la trucha. El río Tuostakh es famoso en toda Rusia por sus increíbles truchas autóctonas. Son ejemplares que pueden llegar a pesar 40 kilos y se organizan auténticos viajes de aventura por el río y los bosques que lo rodean partiendo de la ciudad de Tuostachas, al noreste de Yakutsk.

2. Visita a Mirny, la gigantesca mina de diamantes del centro de Siberia. Es un grandísimo agujero circular que se ha convertido en la capital rusa del mineral más duro del planeta. Está abierta, por lo que es espectacular tener la oportunidad de alquilar un helicóptero y ver desde el aire lo que podría parecer un impacto de un meteorito.

3. En busca de los mamuts. Todo lo que hay que saber sobre los elefantes prehistóricos está en el Museo del Mamut, una de las joyas de la ciudad de Yakutsk. Allí es posible ver restos fósiles, así como recreaciones a tamaño natural de unos ejemplares que quedaron congelados en la zona hace milenios.

4. Senderismo en el Parque Natural de los Pilares del Lena. Declarado Patrimonio de la Humanidad en 2012, se trata de una formación natural de rocas a lo largo del río Lena en lo que parece una serie de columnas alineadas por la propia naturaleza. Se llega hasta aquí tras un día de navegación río arriba desde la capital de la república.

5. Túnel de hielo. Un grupo de empleados en trajes típicos nos darán la bienvenida si nos decidimos por adentrarnos en esta cueva de hielo donde todo está congelado, desde la cama (podemos acostarnos en ellas, sobre mantas de piel curtida) a todo tipo de estatuas, pasando por estructuras únicas como bóvedas y arcos de todas las formas. Se llama el Permafrost Kingdom.

6. Crucero por Tiksi. En el golfo de Buor-Khaya se encuentra esta ciudad marítima que es una de los testigos del deshielo en el Ártico, el que provocará un cambio radical del comercio marítimo en el Hemisferio Norte. Aquí es posible tomar un barco que nos lleve por la bahía, recorriendo las islas cercanas.

7. Bailes del Sol de Medianoche. Una de las costumbres populares es, alrededor de una pira de fuego, tomarse todos las manos en círculos y danzar. Es una tradición a la que se invita a los turistas, y no exige aprender coreografías raras, por lo que la diversión está asegurada incluso para los más tímidos.

8. Pastoreo entre renos. En verano, los renos descansan en grupo en los bosques, vigilados por pastores. A lo largo del río Lena son visibles gracias a pequeños viajes en barco que permiten incluso descender de los mismos y departir con los pastores, comiendo con ellos y compartiendo una tradición centenaria.

9. Recorrer el Valle de la Muerte. Hace 800 años, un enorme cataclismo devastó una zona de Yakutia, hasta el punto de que arrasó toda la vida. Hoy aún se nota su huella, con zonas completamente ralas, árboles fosilizados sin vida, enormes cráteres... En helicóptero y combinado con lanchas motoras, es un viaje por lo inhóspito.

10. Conducir por la autovía de Kolyma, también llamada la 'carretera de los Huesos de Stalin'. El camino entre Yakutsk y Moscú es largo y, en él, se suceden los vestigios de los infames gulags, campos de trabajo cuyas ruinas abandonadas pueden ser visitados.

Sin duda, planes únicos y diferentes que no podrían realizarse en ningún otro lugar. ¿Próximo destino, Siberia?

Más información:
Visit Yakutia

 

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