COREA DEL SUR
Un paseo por la isla de Jeju, el Hawái de Corea del Sur
La isla de Jeju combina lo mejor de muchos destinos: playas, volcanes, cultura y aventura.

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Conocida como 'el Hawái de Corea', la isla de Jeju es un paraíso tropical que combina lo mejor de muchos otros destinos. Playas volcánicas, cascadas, una cultura rica y volcanes son solo algunos ejemplos de lo que encontrarás si decides visitar este pedazo de tierra ubicado en Corea del Sur. Porque lo cierto es que este maravilloso destino tiene mucho que ofrecer al viajero y, sin duda, merece la pena coger un medio de transporte e ir hasta allí si vas a pasar unos días en este país asiático.
Si bien Seúl se ha convertido en un destino de moda, lo cierto es que Jeju no tiene nada que ver pero tampoco tiene nada que envidiarle. Son destinos verdaderamente opuestos. No hay masificación, ni ruido excesivo ni gente corriendo allí y allá: la isla de Jeju es un destino que invita a la calma y la tranquilidad.
Así, visitar este rincón de Corea del Sur es una idea fantástica si buscas desconectar y descansar. Pero también lo es si te apetece fundirte con su historia, su cultura y aprender sobre la mitología local. Por ejemplo, debes saber que en la isla de Jeju viven las haenyeo, unas mujeres buceadoras que recogen marisco sin botellas de oxígeno. Tal es la hazaña, que ha sido declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

Por otro lado, en esta isla podrás ver bien de cerca las conocidas como dol hareubang, unas estatuas de piedra que los locales piensan que protegen la isla. Sin olvidarnos, claro está, de lo que mencionamos al principio: sus volcanes, sus playas y su naturaleza en general.
Formada a partir de la actividad volcánica del territorio hace millones de años, la isla de Jeju cuenta con volcanes como el Monte Hallasan, el pico más alto de Corea del Sur. Con 1950 metros de altitud, es el absoluto protagonista de la isla, pues la preside desde el centro y se deja ver desde cualquier rincón.
Desde sus alturas, se pueden ver los campos de lava de alrededor, así como el mar que rodea la isla. Y hablando de mar, sí: en Jeju hay playas de arena blanca y aguas turquesa muy parecidas a las de Hawái; por algo viene la comparativa. Así que podrás empezar el día dándote un chapuzón o terminarlo viendo una puesta de sol de esas inolvidables.
Si además te sobra tiempo, siempre puedes optar por visitar alguna cueva volcánica, como Manjanggul, catalogado como uno de los tubos de lava más largo del planeta, o cascadas como Cheonjiyeon o Jeongbang.
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