VALLE VOLCÁNICO DE WAIMANGU
Un paraíso geotérmico en Nueva Zelanda
Una gran explosión volcánica generó que el pequeño lago Rotomahana pasara a crecer hasta 20 veces su tamaño y se convirtiera en la fuente de agua caliente más grande del mundo. Una fascinación geotérmica que atrae cada día a cientos de curiosos, fascinados por las terrazas rosadas que se forman en la orilla.
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El Valle Volcánico de Waimangu es un parque geotérmico espectacular en el centro de la isla Norte de Nueva Zelanda. Su protagonista es un precioso y profundo lago de aguas burbujeantes, el Rotomahana, un espectáculo natural a tan solo 20 minutos al sur de Rotorua que hace 150 años, paradógicamente, no existía.
La historia del lago es muy singular. En 1886, la erupción del monte Tarawera cambió drásticamente la zona y también la del que era hasta entonces un pequeño lago. Fue tal la explosión que este incrementó en 20 veces su tamaño, convirtiéndose de un día a otro en el lago natural más grande del país, así como el más profundo de la isla.
El Rotomahana cubre unos 15 cráteres que nacieron durante aquella erupción. Su actividad geológica es la que atrae a cientos de turistas. De hecho, la zona en la que se asienta tiene su propio sistema geotérmico, con una sorprendente e intensa actividad termal que solo puede apreciarse bien desde un barco. En sus orillas hay laderas inaccesibles y áreas silvestres vírgenes gracias a que tanto el lago como la tierra que lo rodea son una zona protegida que no se ha visto afectada por la mano del hombre.
Conocido también como "el lago caliente", a orillas del Rotomahana abudan maravillas naturales como la fuente de agua caliente más grande del mundo, así como un ecosistema único que lo han convertido en una reserva paisajística y en refugio de vida silvestre de primer orden.
Una travesía turística por el lago resulta imprescindible, y se puede combinar con caminatas guiadas que te dejarán con la boca abierta. Toda una aventura entre neblinas provocadas por el calor que sale a la superficie desde el interior de la tierra y por la belleza intensa de su origen volcánico y todas las maravillas de las que vas a poder disfrutar. Los cruceros funcionan durante toda la semana, con cinco salidas diarias, y son la mejor manera de acercarse a las famosas terrazas rosadas y blancas formadas por el calor y la actividad geotérmica.
Las imágenes lo dicen todo.
El recorrido por el valle de Waimangu comienza con vistas de la zona volcánica y sigue hasta el corazón del parque. Los colores son increíbles y las vistas del burbujeo de las aguas termales y los lagos de ácido sulfúrico resultan fascinantes. Si te gusta el senderismo, aquí encontrarás algunas de las mejores rutas del país. Se puede tomar un autobús desde el Centro de Visitantes Waimangu hasta cualquiera de las etapas disponibles. Hay paseos fáciles, sobre todo cuesta abajo para ver el cráter Echo y el lago Frying Pan, absolutamente mágicos; y otras hasta el misterioso cráter Inferno con su hermoso lago caliente de color azul intenso. El paseo más popular es el que abarca todas las aguas termales y el lago Rotomahana, de unos 4 kilómetros en total.
Lagos cristalinos, impresionantes paisajes, innumerables atracciones geotérmicas... turismo activo en la tierra más salvaje.
Y para descansar y relajarse, la zona cuenta con spas de aguas termales que no te puedes perder. Perfectos para reponer fuerzas.
Si te gustan los paisajes volcánicos y disfrutas con la naturaleza es estado puro, no puedes dejar de visitar el Valle Volcánico de Waimangu.
Más información:
Valle Volcánico de Waimangu
Turismo de Nueva Zelanda
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