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América Norte

Un palacete colonial en México D.F.

El Hotel Downtown Mexico es la combinación perfecta entre contemporáneo y barroco

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México adora todo lo que tenga que ver con el estilo barroco. Más allá de una decoración ostentosa, el país se rinde a los detalles recargados, la simbología, los iconos y las representaciones de una cultura tan rica como extensa. Su capital, México D.F. es la clara muestra de ello, aunque en su centro urbano se combinan la modernidad con el bagaje cultural de sus habitantes, que se niegan a desprenderse de sus leyendas, misticismo y creencias. México es un país único, cuyo encanto atrapa en sus redes a cualquier visitante, dejando tanto en su mente como en su corazón recuerdos difíciles de olvidar. Los aromas, la gastronomía, la simpatía de sus gentes, el clima, el paisaje y también su característica arquitectura. Todo en México genera buenas vibraciones y más cuando hablamos de edificios que han visto pasar a varias generaciones. Es el caso de la antigua residencia de los condes de Miravalle, un palacio de una belleza excepcional que ha sido reformado y que actualmente es el hotel Downtown México. Un edificio de estilo colonial que fue construido en el siglo XVII y está ubicado en el centro histórico de la capital mexicana, en una zona que ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. El proyecto de reforma del edificio ha sabido devolver a la vida su máximo esplendor, otorgándole un estilo bohemio que no se decide entre la arquitectura colonial española o los colores indígenas. Está situado a dos calles de la plaza del Zócalo, a pocos minutos de la catedral Metropolitana y del Palacio Nacional de México. Esta residencia de origen noble era uno de los iconos de la ciudad y, tras su reforma, se ha convertido en un lugar excepcional que ha sabido mantener su más pura esencia y combinarla con una arquitectura industrial que le quita peso y seriedad. Aún así, su reputación le precede, ya que es una de las viviendas más antiguas de la zona y aún se pueden observar en su fachada elementos ornamentales alrededor de sus ventanas, una espectacular barandilla de hierro forjado y paredes de piedra volcánica que dejan parte del protagonismo a los azulejos pintados a mano. En su interior hay 17 habitaciones y suites que combinan elegancia con un diseño minimalista. Los espacios juegan un papel fundamental en el hotel, hay aire, luz y amplitud por todas partes, tanto en habitaciones como en zonas comunes. Y en su terraza, situada en la azotea, se puede disfrutar de los combinados que ofrece su bar, acompañados por unas vistas inmejorables. Es el llamado Rooftop Bar, desde el que se ven las iglesias del casco antiguo, el Casino Español y la Torre Latinoamericana entre otros edificios. En él también hay una piscina al aire libre con jacuzzi. Y, en la planta baja el Breakfast Patio, en el que se puede admirar un fresco del artista Manuel Rodríguez Lozano, es el sitio idóneo para desayunar y comenzar el día con energía. El Downtown México es perfecto para conocer la esencia mexicana más atractiva, por su ubicación, su exquisita decoración y la tranquilidad que inunda todas sus estancias.

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