América Norte
Nueva York celebra por triplicado el Año Nuevo Chino
La Ciudad de los Rascacielos engalana sus tres barrios chinos para dar la bienvenida al Año de la Cabra. Te damos las claves para no perderse nada.
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El próximo jueves 19 de febrero dará comienzo el año 4713, según el calendario chino. El año nuevo lunar, la fiesta más importante de la comunidad asiática dentro y fuera de China, será, además, el pistoletazo de salida del Año de la Cabra, que es el animal al que corresponde honrar especialmente durante los próximos doce meses. Es un período lleno de celebraciones, que se inician esa jornada y terminan con la Fiesta de las Linternas, el decimoquinto día del primer mes; aunque son los tres primeros en los que se suele concentrar toda la actividad. Como preparativos de la Fiesta de Primavera, la gente limpia sus casas con escobas viejas, que luego se tiran a la basura, se cuelgan carteles rojos con versos poéticos en las puertas, se decoran las paredes con faroles rojos y, sobre todo, se lanzan fuegos artificiales y petardos, con la esperanza de alejar la mala suerte y atraer la prosperidad. Son unas fiestas que viven con especial cariño las comunidades chinas en el extranjero. Y de ellas, es la de Nueva York la más famosa. Este año será especial, en tanto que la urbe ha querido darle un alcance mundial con la inclusión de los tres barrios chinos de la ciudad en una gran campaña de celebración internacional. Así, Sunset Park, Flushing y la más conocida: Chinatown, verán sus fiestas más promocionadas que nunca. En el barrio de Flushing, por ejemplo, el día 21 tendrá lugar un gran desfile de celebración, con música, fuegos artificiales, dragones, bailarines... Al día siguiente será en Chinatown, a las 13 h., y son famosos los puestos de comida tradicional que se ponen en la calle para celebrarlo como si estuviéramos en Pekín. Aunque a la hora de hablar de comida, nada como acercarse a Sunset Park, donde se pueden degustar especialidades de Szechuan, todo tipo de dim-sum y, más allá de China, toda una selección de bocados del Lejano Oriente, de Vietnam a Japón. Flushing, por su parte, prefiere especializarse en dulces. Existen varias pastelerías que merecen la pena: desde los desayunos de Tai Pan Bakery a Ajisen Ramen o Mulan. Escaparse a finales de febrero a Nueva York merecerá la pena porque se podrá combinar el Manhattan más tradicional y turístico con unas celebraciones llenas de color y luz que, aunque no seamos chinos, son contagiosas.
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