AZERBAIYÁN
Una noche frente al mar Caspio
Bakú se ha convertido en una capital dinámica donde el dinero derivado del petroleo ha permitido la apertura de grandes hoteles. Uno de ellos es el de la hotelera Four Seasons, que ha creado un palacio francés de estilo Art Decó en la orilla del Caspio para deleite de turistas y locales.
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Azerbaiyán se ha convertido en un país muy dinámico gracias al petroleo. Esto ha conseguido que Bakú, su capital, se haya convertido en centro de interés para las grandes cadenas hoteles, que han instalado allí nuevos y deslumbrante hoteles. Una de ellas es Four Seasons, que ha convertido un palacio de estilo Art Decó francés en todo un referente del lujo en la ciudad. Sus 171 habitaciones (desde 320 €/noche; 29 de ellas, suites) dan la bienvenida al huésped con muebles acogedores, grandes camas y un sinfín de detalles.
En este cinco estrellas, un plan perfecto es tomar el té en el lounge Piazza después de una visita al spa, donde recibiremos un tratamiento de manicura al té de camomila de 40 minutos de duración. Indulgencias únicas que solo la nueva riqueza valora como se debe.
Situado estratégicamente para disfrutar de la vibrante vida del centro histórico de la capital, con excelentes vistas al mar Caspio, lo que más llama la atención de este majestuoso hotel es su fachada. Parece un palacio parisino, pero no, estamos a un paso del Caspio. En su interior, diferentes categorías de habitaciones que tienen en las suites, divididas en cinco tipos, su máximo referente.
Así, por ejemplo, encontramos la Khazar Presidential Suite, en la octava planta, con un amplio balcón con vistas al mar y cuya decoración es un homenaje a las antiguas mansiones de Baku. También en esa planta está la Liman Presidential Suite, con un pequeño spa y una sala de ejercicios. Claro que, sin duda, no son comparables a la Exclusive Suite, con increíbles vistas gracias a enormes ventanales y una gran terraza.
Con un toque chic y contemporáneo, el restaurante del hotel es todo un lugar de paso obligado para vivir Bakú a todo lujo. En él podremos disfrutar de platos de carne a la plancha y marisco de extrema calidad. Y siempre con vistas orientadas al mar. En el Safferano, su segundo restaurante, es la cocina italiana la protagonista. Para una copa, en cambio, nada como el Bentley’s, un bar con una relajante atmósfera, ideal para degustar excelentes whiskies.
No hay que dejar de visitar su espectacular piscina, situada dentro de un atrio de piedra revestida y coronada por un techo de cristal abovedado. Es un escondite sereno para nadar durante las 24 horas del día. El mejor complemento a un tratamiento cosmético en las cabinas de su spa. Y es que, si queremos disfrutar Bakú a todo tren, nada como explotar al máximo todas las posibilidades que ofrece el Four Seasons, único en la ciudad y que asegura el querer volver una y otra vez a sus aposentos.
Más información:
Four Seasons Bakú
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