Niaqornat, la aldea más remota del mundo

Niaqornat es un tranquilo pueblo de la costa norte de Groenlandia, concretamente en la extensa península de Nuussuaq, a unos 60 kilómetros al oeste de Uummannaq, en una región bautizada por los daneses como Vestgrønland. Se encuentra encaramado en una lengua de tierra de esta península, formando un pequeño asentamiento que le permite presumir de ser el guardián del espectacular fiordo de Uummannaq. Las casas de colores a lo largo de la bahía, con barcos de pescadores, de cazadores de focas y balleneros a sus pies, tienen un encanto especial es este remoto lugar del mundo.

Habitada desde 1823, le fue concedido el estatuto de estación comercial en 1870. Fue así como este poblado aislado en el que vive una pequeña comunidad que depende de la caza y de la pesca se convirtió en la aldea más remota del mundo. Sin duda, una curiosa ubicación geográfica ideal para aventureros y amantes de la naturaleza, porque en Niaqornat hay numerosas especies autóctonas de animales, así como una flora silvestre única y paisajes naturales que impactan por su belleza.

De hecho, esta zona de Groenlandia es tan especial que, en 2007, el Instituto de Recursos Naturales del país estableció una sucursal en este asentamiento con el fin de estudiar la flora y fauna endémica en el área. Y no es para menos.

Llegar a Niaqornat, cerca del borde del glaciar y con una hermosa vista sobre la bahía de Uummannaq, se convierte, casi, en un viaje al fin del mundo. El calentamiento global ha hecho que la vida en los océanos haya cambiado y es un fenómeno que se puede experimentar también aquí. La aldea inuit más remota de Groenlandia lucha por sobrevivir, de hecho.

Solo 15 casas componen esta aldea surrealista y lejana, y si la población cae por debajo de 50 personas, actualmente es de 52, el gobierno interrumpe el barco de abastecimiento por no resultar rentable. Así que sus habitantes siguen trabajando por mantener su estatus, y han conseguido reabrir su antigua fábrica de pescado y fomentar el turismo activo como fuente de ingresos.

Niaqornat no tiene iglesia, pero si una capilla en el colegio como una extensión de la propia escuela, a la que solo nueve alumnos asisten. Además, hay un edificio de servicios en la aldea con duchas y lavandería. La actividades culturales y de ocio se llevan a cabo principalmente dentro de la escuela. Menos mal que están inmersos en el mundo de las telecomunicaciones y cuentan con la posibilidad de conectar con el resto del mundo vía satélite, teléfono y, cómo no, Internet.

Si te decides por visitar este remoto rincón del mundo, puedes realizar actividades como la caza, la pesca, el senderismo y otros deportes al aire libre. Los valles al sur son ideales para los deportes de invierno, y en la laguna también se puede practicar patinaje sobre hielo. Y todo ello con la sonrisa de los lugareños en todo momento, pues ellos estarán encantados con tu visita.

Niaqornat te sorprenderá si buscas aventuras, rodeado de grandes icebergs y con osos polares que a veces deambulan por el pueblo. Es uno de esos lugares mágicos y auténticos que aún quedan en nuestro planeta. Eso sí, para llegar o salir solo se puede hacer o en barco o en helicóptero. Air Greenland, la aerolínea nacional de Groenlandia con sede en Nuuk, la capital, realiza estos trayectos internos. Y también encontrarás varias compañías de cruceros que recorren la costa haciendo pequeñas escalas en los fiordos y en otras poblaciones, además de en Niaqornat.

Groenlandia es un lugar ideal para los amantes de la naturaleza, una isla en la que se puede disfrutar de la emoción y la calma por igual. Trineos, auroras boreales, ballenas, icebergs, pueblos pioneros, deportes de nieve y mucho más. Si buscas experiencias intensas, descubre esta hermosa isla a tu aire. Entre el océano Atlántico y el océano Glacial Ártico, todo un mundo nuevo a tu alcance.

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Turismo de Groenlandia