Europa
Museumotel, el hotel de un visionario
Pascal Haüsermann ideó este hotel que ya era pop art y vanguardista en los 60
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No más que verlo para descubrir que estamos en un hotel -un motel, en realidad- fuera de lo común, la idea de un arquitecto vanguardista que era utópica hasta que un buen día de 1967 se hizo cierta decorada en estilo pop art, muy de moda por aquel entonces. Lo curioso es que a día de hoy sigue siendo un hotel interesante y diferente, muy rompedor con los cánones habituales en cuanto a alojamientos se refiere y, en el interior de sus bungalows que son en realidad burbujas, muy sugerente, atrevido y apetecible. La historia de este curioso alojamiento es intensa, desde su apertura en el 67 hasta su reapertura en 2006 tras su cierre tres años antes; ha vivido aventuras y desventuras incluida una bancarrota pero, gracias a su remodelación y a la recuperación de su esencia en esa afortunada reapertura, llega a 2014 con tan buena salud que el motel en sí y su entorno, la isla completa en la que se ubica, es considerado Monumento Histórico Francés. El museumotel se encuentra en una isla entre dos ríos y sólo puede accederse a él a través de un puente, el cojunto del motel lo forman 10 bungalows -bubbles- uno que hace las veces de recepción y restaurante y 9 que sirven de alojamientos, los hay pequeños y románticos, sólo para dos, y más grandes, familiares y divertidos, para 5 personas, todos ellos únicos y sugerentes, todos distintos y todos muy pop art. El recinto dispone también de aparcamiento y de un agradable jardín. Además del hecho de que el motel resulta de lo más sugerente y agradable para disfrutar unos días de descanso en un entorno natural y lugar, cuando menos, peculiar, la zona en la que se ubica te ofrece también interesantes aventuras: estás al norte de Francia, relativamente cerca de su frontera con Alemania y también con Suiza; descubrirás entornos naturales que en primavera son verdes y florales y en invierno blancos, tanto que tienes 7 estaciones de ski a tiro de pocos kilómetros del motel, también te encantará la región de los lagos; Baccarat y su museo de los cristales está a menos de 15 minutos y también otras villas de idílica belleza como Kaisergsberg. Parques de aventuras o atracciones, deliciosa gastronomía local y Estrasburgo a 70 kilómetros. Viaja a un hotel futurista de los 60 y descubre el norte de Francia de otro modo, será una aventura inolvidable.
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