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El punto más alto de Praga

Monte Petrin, desde donde Praga se extiende bajo tus pies

Hay muchos lugares desde los que fotografiar Praga, pero el Monte Petrin es el punto más alto y el que ofrece las vistas más espectaculares de la ciudad. No te lo pierdas.

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Praga es una ciudad realmente bonita y siempre te parecerá el momento adecuado para fotografiarla; querrás inmortalizar cualquier momento y lugar y nunca será suficiente. Y mucho menos lo será si subes al Monte Petrín, ya que sus 138 metros de altitud de permitirán contemplar a la capital checa bajo tus pies.

El Monte Petrín es un lugar muy popular, sobre todo para los propios habitantes de la ciudad. Y es que no solamente son fascinantes las vistas que ofrece de Praga, sino que es una colina fascinante por sí misma. En el Monte Petrín hay grandes jardines de color verde intenso, un viñedo y una torre mirador. Una torre que, con sus 60 metros de altura, te permite observar la belleza de la capital checa desde 200 metros de altitud. Subir a la cima del monte puede hacerse en un agradable y cómodo paseo de algo más de media hora mientras se disfruta de los hermosos paisajes y se ve cómo la ciudad se extiende cada vez más y más lejos. Pero llegar a la cima también es una excusa para montarse en el funicular de Praga y subir el desnivel en este medio de transporte. Sea como sea, el camino lo disfrutarás de igual manera.

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Como decíamos en párrafos anteriores, una vez arriba das con la Torre de Petrín. Escalar hasta lo más alto de ésta o hasta los 51 metros de su terraza superior no es gratis y además conlleva subir casi 300 escalones, pero merece la pena si quieres deleitarte con la panorámica que aparecerá ante tus ojos. Pero también es bonita la propia torre, a la que seguramente le encontrarás un parecido con la Torre Eiffel de París. Esto es así porque ésta de la que estamos hablando se construyó tan solo dos años después que la francesa, en 1891, cuando se celebró la Exposición Nacional de Praga.

Pero las increíbles vistas de Praga y esta torre parecida a la Torre Eiffel no son lo único que se encuentra en la cima del Monte Petrín. Como se ha citado antes también hay extensos jardines en los que los ciudadanos de Praga se tumban a relajarse o incluso a tomar el sol. Pero además, cerca de la torre también se encuentran la Iglesia de San Lorenzo y el laberinto de los espejos. Se trata de un parque que también se construyó para la Exposición de Praga y en su interior hay un laberinto en el que jugar a encontrar la salida y una sala de espejos convexos o curvos. Eso sí, se debe tener en cuenta que hay que pagar una entrada y cada uno es quien debe decidir si le vale la pena o no.

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