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Asia

La mejor playa tropical del mundo está en Filipinas

Borácay un paraíso de aguas cristalinas y arena blanca para escapar este invierno

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La isla de Borácay en Filipinas es un gran lugar para perderse, especialmente durante los meses de invierno que se aproximan. Una isla tropical rodeada de arena blanca y fina y aguas cristalinas ubicada en el archipiélago de las Bisayas en Filipinas. Viajamos lejos para disfrutar de este paraíso de siete kilómetros de largo, y sólo un kilometro de ancho en su parte más estrecha. Filipinas esconde muchos tesoros y desde luego la isla de Borácay es uno de ellos. Decenas de pequeñas calas de arena esparcidas por la isla, entre aldeas como Yapak, Balabag y Manoc. Playas increíbles como la de White Beach rodeada de arrecifes de coral, y una amplia infraestructura de hoteles, restaurantes, bares y clubes nocturnos, por lo que la diversión está garantizada. White Beach esta considerada como una de las mejores playas tropicales del mundo. A unos 315 kilómetros al sur de Manila y a 2 kilómetros del extremo noroccidental de la isla de Panay, la región filipina de las Bisayas es uno de los destinos preferidos de los filipinos y de los turistas que buscan playa y tranquilidad. Borácay es uno de los destinos más exclusivos de Filipinas y del sudeste asiático donde la oferta turística y de ocio es de lo más variado Los amantes de los deportes acuáticos están de enhorabuena, porque en las playas y el mar de Borácay encontrarán los mejores lugares para practicar el surf y el windsurf de todas las islas Filipinas. Entre noviembre y abril, la temporada seca, en la playa de Bulabog o en cualquiera de las otras playas de la costa este de la isla, grandes olas atraen a surfistas de todo el mundo. Esquí acuático, Motos de agua, Kitesurf, navegar y por supuesto bucear y practicar snorkel, son actividades imprescindibles. Lo mejor son sus arrecifes de coral. Monte Luho es el monte más alto de la isla con sus 100 metros sobre el nivel del mar. Llegar a lo más alto es durísimo, la cuesta es empinada, pero merece la pena el esfuerzo, las vistas son espectaculares y en lo más alto te espera un chiringuito que sirve bebidas frías mientras descansas en hamacas bajo los árboles. Curiosa esta excurisón si que es. Y como actividad extra, en la costa norte de Yapak puedes visitar la cueva de los murciélagos. Murciélagos gigantes de la fruta, con una envergadura de hasta un metro veinte, que vuelan en el crepúsculo en su cacería nocturna. Si estás dispuetso a superar tu miedo y soportar el terrible olor que despiden estos cientos de miles de murciélagos en la cueva, hay guías locales, que te llevarán a través de la selva para conocerla. Pero si lo prefieres, al atardecer, en la Playa Blanca, verás a miles de ellos volar a tu alrededor. Barácay es un destino único e imprescindible, donde encontrarás diversión, tranquilidad, naturaleza, playas, buen tiempo y la mejor gastronomía, un rincón del paraíso en un país lleno de sorpresas, un viaje exótico a Filipinas.  

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