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HOTEL EN VALONIA

Manoir de Lébioles, la pequeña Versalles en los bosques de Bélgica

La majestuosidad de este palacete al sureste de Lieja, junto a la tranquilidad que se respira en los bosques que lo rodean, lo convierten en el destino ideal para una escapada. Fue la mansión de la nobleza belga, y hoy todo un retiro de lujo.

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Es una región de Bélgica que cautiva en cuanto se ponen los pies en ella. Formada por una sucesión de colinas cubiertas por extensos bosques y abundantes ríos, el bosque de las Bardenas es uno de los lugares más bellos de Europa, remanso de paz y auténtico pulmón verde.

No es de extrañar que este marco inmejorable cerca de la ciudad de Spa fuese el escogido por un hijo ilegítimo del rey Leopoldo I para alzar Manoir de Lébioles, un palacete construido entre 1905 y 1910 con la pretensión de convertirse en la 'pequeña Versalles' de las Ardenas. El resultado: una mansión de campo que, con el paso de los años, ha ido adquiriendo mayor importancia y bagaje histórico gracias a las familias de notables que celebraban aquí sus bailes, cacerías o acontecimientos importantes.

Afortunadamente, hoy podemos disfrutar de sus paisajes y sus gregias instalaciones, ya que desde 2006 se ha reconvertido en un elegante hotel que ofrece un ambiente íntimo y discreto, pero a la vez lujoso y con un excelente servicio. Un conjunto de sensaciones que lo convierten en una  estancia inigualable. Ideal para una escapada romántica y, por supuesto, para relajarse. Sin embargo, si no se quiere estar desconectado totalmente del 'mundanal ruido' siempre queda la opción de Internet, gratuito en todo el alojamiento .

En él se combina a la perfección una arquitectura con más de 100 años de antigüedad y las comodidades actuales. Un recinto centenario que no solamente ha renovado su exterior, sino que también ha visto reconstruir sus desmanteladas escaleras, chimeneas e incluso los salones históricos.

Parte de su exclusividad reside en que cuenta solamente con 16 amplias habitaciones personalizadas, 3 de ellas suites, cada una decorada individualmente. Junto a elementos originales como las elegantes camas con dosel encontramos un baño moderno, unas acogedoras chimeneas que invitan a la lectura o una terraza que invita a perder el tiempo simplemente observando el magnifico entorno natural.

Su spa cuenta con varias salas de relajación en las que se puede disfrutar de tratamientos relajantes y masajes corporales y faciales. Otra opción interesante es quemar calorías en el gimnasio o la sauna. Como muchos hoteles hoy en día, tiene cerca un club de golf. Tan sólo a 15 minutos en coche se encuentra el Royal Golf Club des Fagnes, donde se pueden patear sus 18 hoyos.

Los amantes de la gastronomía tienen una cita ineludible en su salón comedor o, si prefieren acompañar el momento con unas vistas panorámicas de la zona, en la terraza. En este elegante ambiente nos sorprenderá la creativa cocina de su chef, a base de productos frescos y de gran calidad de los mercados de la zona, y su cuidada bodega.

Puede que hasta tengamos suerte si nuestra estancia coincide con algunos de los eventos que organizan durante todo el año, como el concierto que dará el reconocido violinista y compositor Michael Grube el 15 de octubre. Una ocasión especial para apreciar su virtuosismo en un marco incomparable y que irá seguido de una cena creada por el Manoir para esta ocasión.

Más información:
Manoir de Lebioles
Royal Golf Club des Fagnes

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