Una fortaleza medieval y una marea espectacular
Las mágicas mareas del Monte Saint-Michel
Una bahía salvaje, un islote rocoso… una cuidad medieval encerrada entre murallas de granito que esconde monumentos históricos, museos y restaurantes; un fenómenos de la naturaleza que provoca una espectacular marea que transforma el paisaje.
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Hay fenómenos naturales que son un espectáculo en sí mismos. Pero si al suceso le agregamos un paisaje histórico, misterioso… gótico, entonces la escena se vuelve aún más increíble. Esto es lo que sucede en el Monte Saint-Michel, en el límite entre Normandía y Bretaña, entre Cancale y Granville, en Francia.
El primer ingrediente de esta experiencia es el paisaje. Esta extensión tiene una bahía casi salvaje de unos 500 km2, que es la mayor superficie francesa de prados salados y de pólders en donde pastan corderos.
La segunda curiosidad del lugar es una cuidad medieval encerrada entre murallas que esconden un sinfín de monumentos históricos, desde casas de granito hasta museos y restaurantes para degustar el local cordero desalado o el como el conocido Mère Poulard que ha deslumbrando con sus tortillas desde 1888.
Recorrer esta fortaleza descubriendo sus rincones es entrar en la Edad Media. Subiendo por su calle Mayor, llegamos a la abadía benedictina. Una obra arquitectónica de que representa los estilos que se usaban desde el siglo XI al XVI. Corredores, salas y una bodega que es un excelente reflejo del arte religioso. Declarada Patrimonio Mundial de la UNESCO, es tan sorprendente que es uno de los sitios más visitado de Francia, compitiendo a la par con París y el Versalles.
Pero además, este paraje sorprendente tiene un espectáculo natural para disfrutar cada 18 años y cambia completamente el paisaje que contiene este peñasco rodeado por agua. Coincidiendo con el equinoccio en una alineación especial del sol y la luna que atraen las aguas en la misma dirección, las mareas de la bahía del Monte Saint-Michel tienen una amplitud de 14,5 metros de altura (como un edificio de cuatro pisos) y suceden 2 veces al día. El mar se retira a gran velocidad y regresa tan rápido como se fue. Las próximas fechas claves para ver este fenómeno son el 19 de abril, el 31 de agosto, el 29 de septiembre y el 28 de octubre, sino, tendrás que esperar hasta el 2033 para ser testigo nuevamente de estas mágicas mareas.
El Monte Saint-Michel es un destino para visitar con toda la familia, tanto de día como de noche. Ya que la ciudad amurallada luce espectacular con su juegos de luces en contraste con el atardecer y el cielo oscuro de la noche cerrada. Eso sí, pasa por la Oficina de Turismo y averigua los horarios de la pleamar y bajamar, para evitar inconvenientes durante tus vacaciones.
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