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Europa

Lisboa celebra la Navidad por todo lo alto

La capital portuguesa es un destino mágico para hacer una escapada en estas fechas

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Cualquier ciudad, sea del continente que sea, se transforma durante la Navidad. Sus colores cambian, su atmósfera se torna totalmente distinta a la que posee durante el resto del año y sus calles no dicen lo mismo. Es lógico, ya que la iluminación navideña sienta bien a cualquier destino. Y es que cuando llega el frío y se acercan las fechas señaladas, esas que nos gusta pasar con nuestros familiares y amigos más cercanos, apetece hacer alguna escapada a un lugar que viva la Navidad de forma intensa. Lisboa es una de las capitales europeas más atractivas y también cercanas, ya que a los españoles nos cuadra perfectamente para un viaje corto o de fin de semana. Todo un lujo, porque la capital portuguesa derrocha energía, es cosmopolita y a la vez con un aire decadente que se deja ver en todas y cada una de las fachadas que forman el casco antiguo de la ciudad. Durante el mes de diciembre, Lisboa ofrece a todos sus habitantes un clima especial, aderezado por un ambiente templado y festivo que invita a salir a la calle haga la temperatura que haga. Una escapada a este destino puede ser la opción perfecta para relajarse antes de que lleguen todos los compromisos, comidas y cenas bulliciosas; y también el momento ideal para hacer las compras de Navidad y volver a casa cargados de regalos. Admirar las decoraciones que iluminan Lisboa de noche es un buen pasatiempo, ya que dejan al descubierto la cara más bella de la ciudad. Aunque sin duda, el epicentro será la Plaza del Comercio, que luce un bonito e imponente árbol de Navidad, un video mapping y fuegos artificiales. Esta Navidad, esta plaza recibe un especial espectáculo multimedia titulado “El fabuloso deseo de Navidad”, un show que cuenta una historia mágica que se proyectará en la fachada del arco y será acompañada por una proyección en 360º, bailarines de la Compañía Nacional de Ballet y efectos especiales al estilo de un musical de Broadway. Pero, más allá de visitar este punto imprescindible, también es necesario invertir las horas y días que pasemos en Lisboa recorriendo algunas de sus zonas más genuinas. Como por ejemplo Baixa-Chiado, el Barrio Alto, Príncipe Real y la Avenida de la Libertad. A lo largo de nuestros paseos por estos lugares encontraremos espacios con puestos que venden productos tradicionales de la región tales como cerámica, porcelana e incluso ropa o joyería vintage, sin olvidar de música –que por supuesto, es principalmente Fado-, vinos y otros productos gourmet que harán las delicias de todos aquellos que se sienten en nuestra mesa. En varias iglesias tienen lugar conciertos de Navidad, por lo que nuestro planning también puede incluir alguna que otra visita, haciendo descansos para saborear la repostería típica con dulces como el bolo-rei, un pastel de pasas, nueces y frutas confitadas o los sonhos o pasteles de nata. Y una vez repuestas las fuerzas, es momento de visitar Natalis, una feria dedicada a la Navidad donde se podrán encontrar desde objetos decorativos para el hogar hasta regalos de lo más originales. Y también en el Convento dos Cardaes hasta el día 21 de diciembre se celebra un mercadillo los fines de semana que llena de energía este lugar y desprende espíritu navideño. Aquellos que durante su escapada se enamoren de la ciudad, algo casi inevitable, podrán quedarse en ella hasta la noche de fin de año para dar la bienvenida al año 2015 en la Plaza del Comercio –que los portugueses llaman Terreiro do Paco-. Este es el punto de encuentro para celebrar la llegada del nuevo año y la noche estará amenizada por varios artistas que brindarán, cantarán y animarán a todos los presentes.

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