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NUEVO MÉXICO (ESTADOS UNIDOS)

El lado oscuro de un bello desierto blanco

¿Te atreves a pasar por donde se detono la primera bomba atómica? Eso es lo que harás si visitas Sitio Trinidad, donde se detonó la primera bomba atómica en julio de 1945. Solo abre dos días al año. ¿Quieres asistir a la próximo entrada de turistas?

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A 25 kilómetros al suroeste de Alamogordo, al oeste del condado de Otero y al noreste del condado de Doña Ana, en el estado de Nuevo México, se esconde un paisaje surrealista de color blanco. Una vasta zona de desierto y de cordilleras, cerrada al público y utilizada por los militares estadounidenses como zona de pruebas para diversos tipos de armas. Un lugar inhóspito en el que se ubica también el Sitio Trinidad, el lugar en el que se detonó la primera bomba atómica en julio de 1945.

Y, aunque parezca mentira, a pesar de todo esto, hay turistas decididos que deciden acceder a la zona con mucho gusto dos días cada año. Y es que el Monumento Nacional de las Arenas Blancas abre al público, cada año, el primer sábado del mes de abril y el primero del mes de octubre, y ofrece recorridos guiados. La entrada es gratuita y no es necesario reservar, tan solo tener la curiosidad de conocer la cara oculta de este fantástico y bello desierto de dunas de arenas blancas.

Esta tierra desolada y poco acogedora se encuentra al sur de la Cuenca Tularosa, donde desde hace miles de años los vientos del oeste han ido depositado polvo de yeso erosionado de las cercanas montañas de San Andrés. Aproximadamente la mitad de las arenas se encuentran dentro de los límites del Monumento Nacional de White Sands, uno de los lugares más insólitos y mágicos en el suroeste de los Estados Unidos.

El monumento nacional está rodeado por el White Sands Missile Range, una base militar, y por el este por la Base Aérea Holloman, y está muy cerca de uno de los lugares de aterrizaje del transbordador espacial. 
El tema del espacio se refleja en la cercana ciudad de Alamogordo, sede del Salón de la Fama Internacional del Espacio y del Teatro del Espacio.

Las dunas de arena blanca se extienden hacia el norte y la carretera principal del Monumento Nacional de White Sands es la 70, cerrada al tráfico durante unas horas, una o dos veces a la semana, cuando se disparan misiles de prueba, así que ya lo sabes si te acercas y la encuentras cerrada.
 Un camino pavimentado, el Dunes Drive, conduce desde el centro de visitantes en la entrada del monumento, por la 70, hasta el inicio de las arenas unos cuatro kilómetros al norte.

En este ambiente surrealista, todo es blanco, deslumbrante y brillante. Caluroso en verano y la mayoría de días cubierto por un cielo azul cristalino y claro.

El Monumento Nacional de White Sands cuenta con tres senderos naturales cortos y una ruta de senderismo más larga, aunque se permite caminar por cualquier lugar. El Playa Trail conduce a un pequeño lago seco que en ocasiones se llena de agua superficial en días lluviosos. En el lado opuesto de la carretera, la Vida Trail Dune pasa por un área en el borde de las dunas, y tiene carteles con información sobre las plantas y los animales que se han adapatdo a este territorio hostil. 
A lo largo del camino interdunas Boardwalk hay una pasarela elevada entre dos líneas de dunas con vistas maravillosas. El Flat Trail álcali es bastante más difícil ya que se trata de un bucle en el que hay arenas movedizas suaves. En todos ellos el paisaje es impresionante.

Visitar el monumento, tomar el sol y pasear en trineo por la arena son algunas de las actividades preferidas de los que se acercan hasta este territorio de Nuevo México. Y si te ves con fuerzas, puedes visitar el Trinity Site, pues se supone que ya no queda nada de la radiación de aquella bomba. Para acceder a la zona hay que mostrar una identificación al entrar y los vehículos son registrados ¿Te atreves a pasar por donde se detono la primera bomba atómica?

Más información:
Monumento Nacional de las Arenas Blancas

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