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DISFRUTA DEL PARAÍSO EN BAA

Kunfunadhoo, un viaje de ensueño a las Maldivas

Descubre la isla de Kunfunadhoo, un pequeño rincón del atolón de Baa, en Maldivas, declarado por la UNESCO Reserva de la Biosfera. Y allí, en medio del Índico, un alojamiento frante a una coqueta playa de arena blanca, perfecta y del que no querrás marchar jamás: el Soneva Fushi Resort.

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En el medio del océano Índico, entre pequeños islotes y atolones, el Soneva Fushi es un alojamiento único ubicado en una playa privada de arena blanca en la isla de Kunfunadhoo en el atolón de Baa, en la última Reserva de la Biosfera declarada por la UNESCO. Ecológico y sostenible, ofrece 55 villas privadas de hasta 395 metros cuadrados. A 30 minutos en hidroavión del aeropuerto internacional de Malé, llegar allí se convierte en toda una aventura.

Las villas y habitaciones de este complejo ecológico son amplias, con acceso directo y privado a la playa. Con techos de palma se funden con los árboles abiertas a la naturaleza. Casi todas con un baño situado en un jardín privado con ducha al aire libre y bañera independiente. Con wifi gratuito y servicio de habitaciones las 24 horas.

Viajar a las Maldivas es viajar al paraíso. Y de este resort de auténtico lujo no vas a querer salir jamás. Aguas de color azul turquesa en las que bucear y practicar snorkel de la mano de un biólogo marino, playas de suave arena blanca y rodeado de vegetación exuberante, así serán tus días en el edén, un marco de ensueño protegido por un arrecife. Aquí olvidarás el reloj, la rutina e incluso los zapatos mientras paseas por la arena  a orilla del océano Índico, te relajas en el spa, nadas en busca de peces sorprendentes en uno de los mejores sitios de buceo del mundo o disfrutas de una pequeña isla desierta en alguna excursión privada. Precios desde 1.052 euros la noche en habitación doble.

La responsabilidad por cuidar el medio ambiente y la sostenibilidad es parte de la filosofía de la localidad. Con una de las mayores plantas de energía solar en las Maldivas, el complejo ha mantenido la costa de esta isla virgen para que las tortugas pueden continuar anidando allí. La comida se cultiva y se produce en la isla siempre que es posible, y hay incluso un centro especialmente diseñado para la gestión de residuos y el reciclaje, así como un programa de conservación marina.

El resort Soneva Fushi dispone también de un excelente Spa que hará las delicias de los más exigentes. Con tratamientos con aceites de coco locales y piedras tibetanas calientes. Un viaje sensorial con una gran variedad de tratamientos corporales y terapias del bienestar. Masajes a orillas del mar y clases de yoga completan la oferta.

Además en el complejo hay un observatorio astronómico para ver las estrellas. En medio del océano, y lejos de las luces de la civilización, sorprende. Mirar a través de las lentes del telescopio del resort es disfrutar del cielo desde una isla remota, pudiendo ver cuerpos celestes invisibles desde Europa y desde gran parte del mundo. También hay un estudio de cristal donde grandes artistas del vidrio crean objetos de arte, y donde si te apetece aprenderás el arte del soplado en cursos especiales y eventos interactivos, y podrás diseñar tu propia obra de arte para llevarte a casa. Una experiencia única y divertida, que además elimina los residuos de vidrio en las Maldivas.

Y cine al aire libre. Proyecciones de películas clásicas con la suave brisa revoleteando a tu alrededor. Tumbarse en la tumbona acolchada encima de la playa y sumergirse en la magia del cine Paradise con palomitas de cortesía y más de 60 sabores de helados es algo inolvidable.

Si viajas en familia, Soneva Fushi se va a convertir en una isla de los sueños para todas las edade. En el Kids Club cuentan con un parque infantil fantástico con un barco pirata, dos piscinas, coctel bar para niños, una sala de lego, vestuarios, cine, biblioteca, área de aprendizaje, sala de música llena de instrumentos, y un túnel. Un canal de 14 metros de altura cubierto de raíces, ramas y sorpresas ocultas, desde el que se accede a un jardín repleto de flores, columpios y escondites entre los árboles.

Y por supuesto, toda la isla y las playas son en sí un paraíso para disfrutar en familia, con actividades como ver a los delfines en el velero dhoni tradicional o ver las estrellas con un astrónomo antes de acostarse.

Si hay un rincón romántico para parejas, desde luego en las Maldivas lo encontrarás. El amanecer sobre el Índico en un desayuno para dos, tomar el sol y bucear en una isla desierta, embarcarse en una expedición de pesca y tomar el pescado fresco como almuerzo, o salir en busca de los delfines, no hay mejor manera de disfrutar de un viaje de ensueño en pareja o en familia.

Más información:
Soneva Fushi

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