América Norte
Una inmersión en el Gran Agujero Azul
El Gran Agujero Azul es uno de los lugares más exóticos del planeta y la belleza de su barrera de coral enmudece a los que allí se sumergen.
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El pequeño país centroamericano de Belice cuenta con la segunda barrera de coral más importante del mundo, tras la australiana. Eso le permite tener una línea costera cuajada de rincones a cuál más exótico, pero ninguno como el Gran Agujero Azul, un pequeño atolón a 100 kilómetros de la costa de una forma circular prácticamente perfecta y cuyas aguas se tornan de un intenso azul oscuro que contrasta con el turquesa circundante. Con 300 metros de diámetro y una profundidad de 123 metros, es el destino preferido por los buceadores de este rincón del planeta. No solo porque aquí se puede uno sumergir en plena barrera de coral, sino porque el atolón se formó sobre cuevas de piedra caliza, y es posible ver estalactitas y estalagmitas formadas antes de que estas se inundaran. No en vano, Jacques-Yves Custeau lo tenía entre su lista de lugares preferidos para bucear (él descubrió las estalactitas en una inmersión en 1971). También se sienten atraídos por el lugar, aunque no por sus posibilidades de inmersión, una rica y exótica fauna marina que incluye meros gigantes y todo tipo de tiburones caribeños como los nodriza, el de arrecife o el de punta negra. Nadan alrededor del Cayo Media Luna, un monumento nacional de 4.046 hectáreas de intensa vegetación. A pesar de lo que uno pueda pensar viendo el color, que recuerda al de los glaciares, el agua aquí no está fría. El submarinista que descienda buscando restos de un avión o los corales multicolores hasta 40 metros, por ejemplo, se sorprenderá con un agua a 24 ºC. Si baja un poco más, verá muchas anémonas con una gran población de gambas. El buceo aquí no está recomendado para principiantes, aunque todo el mundo puede sumergirse, aunque sea sin llegar a las zonas más bajas. La claridad de las aguas permite una gran observación, aunque se recomienda que el meterse por las cuevas sea una actividad solo para aventajados y con bombona, claro, ya que, aunque hay algunas rutas, es fácil perderse en ellas. Merecerá la pena, sin duda, coger un barco hasta aquí desde el continente. El Gran Azul nos espera...
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