INGLATERRA
Historia del Castillo de Warwick y su curioso vínculo con la Guerra de las Dos Rosas
Viajamos a Inglaterra para conocer el origen de una de las edificaciones más sorprendentes del país: el Castillo de Warwick.

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Es el momento más que perfecto para poner rumbo a Reino Unido, con el objetivo de conocer una de las construcciones más sorprendentes y significativas de Inglaterra. Nos referimos, como no podía ser de otra manera, al Castillo de Warwick. Situado a orillas del río Avon, en el condado de Warwickshire, es uno de los castillos medievales más emblemáticos del país.
El Castillo de Warwick, a través de su historia
Para conocerla, debemos remontarnos a casi mil años. Cabe destacar que su origen está íntimamente ligado a la evolución de la monarquía británica, así como a los conflictos que se desarrollaron en este país en la Edad Media.
La historia de este Castillo nos hace viajar a 1068, es decir, poco después de que se llevase a cabo la conquista de Inglaterra por parte de los normandos. Tras la victoria en la Batalla de Hastings, que se llevó a cabo en 1066, Guillermo el Conquistador ordenó que se construyese un “motte-and-bailey” de madera, es decir, una fortaleza erigida sobre un montículo artificial. Y todo para tratar de asegurar el control de esta zona de Inglaterra.

Con el paso del tiempo, esa estructura original fue reemplazada por una edificación de piedra, que era un símbolo no solamente de poder militar, sino también feudal. Durante la Edad Media, este Castillo de Warwick se consolidó como un imponente bastión estratégico. Entre otras cuestiones por su ubicación, puesto que era clave.
Al fin y al cabo, desde ese mismo punto se podía controlar el acceso al centro del reino. Por si fuera poco, servía como sede de poder para los Condes de Warwick, considerada como una de las familias que más influencia ejercía de la nobleza inglesa. Cabe destacar que, durante este periodo, Richard Neville fue adquiriendo notoriedad. Fue él quien desempeñó un papel decisivo en la Guerra de las Dos Rosas, en la que las casas de Lancaster y York se enfrentaron por el trono de Inglaterra.

Neville, al principio, apoyó a la Casa de York, siendo clave para que Eduardo IV fuese Rey en 1461. No tardó en cambiar de bando para enfrentarse a él, ayudando a Enrique VI, de la Casa de Lancaster, a ascender al trono en 1470. Un gesto por el que se ganó a pulso el mote de “El Hacedor de Reyes”. Además, convirtió su residencia principal, el Castillo de Warwick, en un centro neurálgico de la política nacional.
Siglos después, esta construcción siguió siendo testigo de numerosos acontecimientos de gran relevancia. Bajo los Tudor y los Estuardo, el Castillo pasó de ser una fortaleza militar a ser una residencia señorial. Se decidió reformar salones, jardines y estancias decoradas al estilo renacentista. Con esto, se reflejaba el creciente deseo de la nobleza de demostrar su poder.
El vínculo del Castillo de Warwick con la realeza británica
Esta unión no solamente se limita al poder político o militar, sino que es la representación de la transición de Inglaterra de una sociedad feudal de castillos fortificados, a una monarquía centralizada con residencias cortesanas y palacios. En la historia de esta construcción, está intrínseca la lucha de poder entre la nobleza y la corona, así como la consolidación de la monarquía británica.
En la actualidad, este Castillo es una de las atracciones turísticas más visitadas de Reino Unido. Y no es para menos, puesto que no solamente es una joya arquitectónica, sino también todo un símbolo del entramado de guerras, intrigas y transformaciones que marcaron un antes y un después en la historia de esta monarquía.
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