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América Norte

Una habitación con vistas al Parque Nacional Banff

El Fairmont Chateau Lake Louis está en Alberta, en uno de los paraísos naturales de Canadá

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El Parque Nacional Banff es un paraíso natural, un auténtico lujo para aquellos que puedan disfrutarlo desde cualquiera de sus ángulos. Sus vistas son impresionantes y es el primer parque nacional de Canadá y el tercero en antigüedad del mundo, ya que abrió sus puertas en 1885, cuando se descubrieron varios manantiales con aguas termales. Desde entonces se convirtió en todo un icono y, a día de hoy, Canadá es sinónimo de la policía montada a caballo y también de este parque. Dentro de él está el lago Louise, con sus aguas azules turquesa, helado en invierno y en verano rodeado de una vegetación de un verde intenso que llama la atención sobre las montañas. El parque forma parte de las Montañas Rocosas, declaradas Patrimonio Mundial por la UNESCO, y en él vive una fauna muy variada y se puede observar una flora más que sorprendente. En este entorno incomparable se encuentra el Fairmont Chateau Lake Louise, un hotel de cuatro estrellas justo al borde del lago Louise y testigo privilegiado del glaciar Victoria, en la localidad de Alberta. En invierno es el lugar perfecto para esquiar, relajarse en su spa con vistas a las montañas nevadas o recibir algún tratamiento de belleza que nos cargue de energías, tanto por dentro como por fuera. Pero, en otoño, el paisaje cambia completamente y los colores marrones se entremezclan creando un verdadero cuadro. Con lo cual es una época perfecta para alojarse en este hotel que más bien parece haber sido concebido como un mirador. Cuenta con varios restaurantes en los que se puede saborear todo tipo de comida sin necesidad de salir de sus instalaciones. En el 4 Diamond Fairview Dining Room los platos que se sirven son tradicionales y las recetas tienen una base orgánica, mientras que en el Walliser Stube la mejor opción son las fondues de queso. En su bar de deportes se puede disfrutar de una conversación, las vistas o algún deporte que televisen. Y, para desayunar, Poppy Brasserie. Además, mientras las temperaturas no son bajas, se puede practicar piragüismo, equitación y otros deportes al aire libre como pesca o ciclismo de montaña, cabiendo la posibilidad de contratar clases y cursos en el hotel o apuntarse a alguna de las excursiones de senderismo por la zona. El Fairmont Chateau Lake Louise tiene, además, piscina climatizada e instalaciones de fitness para realizar deporte a cualquier hora del día. Con el paso del tiempo se ha convertido en un hotel emblemático. Y es que fue construido hace ya más de 100 años y acoge a miles de visitantes durante todo el año. Eso sí, todos saben lo que en él se van a encontrar: tranquilidad, paz y una calma inevitablemente contagiosa. Porque si hay algo que es obligatorio hacer si te alojas en cualquiera de sus 554 habitaciones es relajarse y olvidarse de cualquier cosa que esté rondando por nuestra cabeza.

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