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UNA CIUDAD FAMOSA POR SUS CALLES LLENAS DE COMIDA

Gwangju, la capital coreana del ‘street food’

El próximo mes de julio, la ciudad surcoreana de Gwangju será la capital del deporte universitario. El motivo es que se celebra allí la Universiada 2015, unos Juegos Olímpicos para estudiantes de todo el mundo. Ellos tendrán la fortuna, además de demostrar su valía en su especialidad, de conocer la que se considera la capital de la gastronomía callejera del país. Aunque es ahora cuando ha llegado a España la moda de los camiones de comida, exportada de Nueva York, en este rincón del suroeste de Corea el comer en la calle, en puestos o en pequeñas furgonetas adaptadas, hace tiempo que se convirtió en un arte para ‘foodies’.

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El por qué lo encontramos en los campos de la región de Honam, a la que pertenece la ciudad. Es muy rica en cereales, verduras… y sus costas en marisco, lo que permite todo un abanico de bocados gourmet. Cada callejón gastronómico se ha especializado en una variedad. Así, en Jiho-ro se encuentra el del Boribap, una receta de arroz con cebada que se puede degustar en más de una docena de puestos. Incluso algunos han bautizado a una comida. Es el caso de la hamburguesa coreana Songjeong Tteokgalbi, que se llama así por ser creada en el callejón de Songjeong, que se prepara con carne de ternera y de cerdo en la misma proporción y luego se sazona con zumo de frutas, cebolla y especias.

En esta calle se supone que se sirven las costillas más cotizadas de toda Asia, fruto de la fusión multicultural de la zona, con puestos chinos, camboyanos, vietnamitas, tailandeses, filipinos, indonesios… que, junto a los coreanos, consiguen salsas y preparaciones de esta carne únicas.

Pero Gwangju no solo come en la calle. Prácticamente toda la vida se hace de puertas para fuera, y es que también abundan las galerías de arte y tiendas en plena calle, salpicando todas las calles del centro urbano. Hay que decir que la ciudad es sede de una importante Bienal de arte, que deja además pabellones y obras que se mantienen más allá de la muestra y que salpican la urbe de instalaciones curiosas, especialmente en la rivera del río.

Además, no faltan rincones para pasear, como los caminos que circundan la montaña Mudeungsan. Este es un Parque Nacional, a cuyos pies se encuentra el Museo Nacional de Gwangju, con exhibiciones de tesoros encontrados en el mar de Sinan, reliquias de las Dinastías Song y Won de China, además de otras de los períodos Seonsa, Baekje y Silla.

Una ciudad para descubrir, tanto desde el estómago como desde nuestro sentido más artístico.

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