MÉXICO

Fuerte de San Diego de Acapulco: ¿sabías que, durante un tiempo, cambió su nombre en honor a Carlos III?

Ponemos rumbo a Acapulco, en México, para conocer la sorprendente historia del Fuerte de San Diego, una de las edificaciones más sorprendentes de la zona.

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Viajamos a México, concretamente hasta Acapulco. Allí nos topamos con un gran número de construcciones y monumentos verdaderamente sorprendentes y significativos, como es el caso del Fuerte de San Diego. Se erigió en el siglo XVII con la intención de proteger el puerto de la ciudad de los ataques y los saqueos de los piratas.

Lejos de que todo quede ahí, este Fuerte de San Diego ha llegado a ser testigo de numerosos episodios a destacar de la historia de México, como es el caso de la Independencia, la Segunda intervención francesa y, cómo no, la Revolución mexicana. Cabe destacar que se trata del monumento histórico cultural más relevante de toda la región, así como una de las fortalezas marítimas más impresionantes del océano Pacífico.

Fuerte de San Diego de Acapulco (México), a través de su historia

Durante el siglo XVI, un gran número de piratas que provenían de las zonas actuales de Países Bajos y Reino Unido asediaron en varias ocasiones Nueva España. De hecho, uno de sus botines más preciados fue el Galeón de Manila, una embarcación que, en su viaje de regreso de Filipinas, llegaba cargado de una infinidad de artículos de gran valor.

Fue entonces cuando, en 1615, Diego Fernández de Córdoba, que por aquel entonces encabezaba el Virreinato de la Nueva España, quiso poner solución a los constantes ataques de los piratas. Así pues, ordenó la construcción de este fuerte y, para ello, contó con el ingeniero militar Adrián Boot. A los seis meses de comenzar las obras, se terminaron de erigir los baluartes llamados El Príncipe, Los Caballeros del Rey y El Duque. Estaban en construcción El Marqués y Los Caballeros de Gaudalcázar cuando un terremoto afectó gravemente la obra.

Fuerte de San Diego
Fuerte de San Diego | Imagen de Enrique Galindo, licencia: CC BY-SA 3.0, via Wikimedia Commons

Como consecuencia, se hicieron las reparaciones pertinentes, así como el puente levadizo y la portada. Un par de años más tarde, las obras del Fuerte concluyeron. Cabe destacar que en 1766 se produjo un terremoto que generó ciertos daños en esta construcción, por lo que, diez años después, el ingeniero Miguel Constanzó propuso mejorar las defensas existentes.

A pesar de todo, fue Ramón Panón, otro ingeniero, quien diseñó un nuevo pentágono defensivo con la intención de mejorar la fortaleza a través de la reestructuración de la forma irregular que ya existía. Las obras comenzaron en 1778 y se vieron concluidas en 1783. Con posterioridad, esta construcción fue utilizada como convento, hospital y hasta prisión. Durante una época, fue renombrado como Fuerte de San Carlos en honor a Carlos III pero el nombre original siguió presente entre los habitantes de Acapulco.

No podemos dejar de mencionar que, durante la Independencia, los rebeldes consiguieron sitiar la ciudad. Las fuerzas españolas se vieron obligadas a refugiarse en este Fuerte, donde lograron resistir hasta mediados de agosto de 1813, cuando se firmó el tratado de rendición entre José María Morelos y el comandante Pedro Antonio Vélez. Recuperado este fuerte por los españoles en abril de 1814, en octubre de 1821 pasó a formar parte del conocido como Primer Imperio Mexicano.

Fuerte de San Diego
Fuerte de San Diego | Imagen de Enrique Galindo, licencia: CC BY-SA 3.0, via Wikimedia Commons

Desde 1949, este Fuerte de San Diego pasó a ser utilizado como museo, donde se incluyen exhibiciones que muestran las diferentes etapas arquitectónicas y culturales de esta construcción, así como los diversos e importantes episodios de la historia de México de las que ha sido testigo. ¡Sencillamente espectacular!

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