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Turismo gastronómico

Los famosos rollos dulces de Praga…que no son de Praga

Pasear por la capital checa y percibir ese olor a masa dulce se ha convertido en toda una atracción turística. De hecho, si te atreves a probarlo, puedes decir que oficialmente has visitado Praga. Pero, ¿sabías que estos rollos dulces no provienen de esta ciudad?

Rollos dulces, Praga

Rollos dulces, PragaTamorlan – Wikipedia

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El Puente de Carlos, el Castillo de Praga y su Catedral son tres de los puntos de interés turístico que reciben miles y miles de visitas cada mes. Turistas que también se atreven a probar los platos típicos de este país: la ternera asada con salsa de nata o la carne de cerdo con chucrut.

Pero dentro de toda esta variada gastronomía, sus visitantes también se encuentran con una famosa masa enrollada en un palo de madera que impregna las calles de Praga con su olor. Lo que muy pocos conocen es que este dulce no nació en esta ciudad, ni tampoco el hombre que lo exportó.

El trdelník es un pastel tradicional de la Transilvania húngara. De hecho, se ha convertido en el dulce más famoso de Hungría. Esta masa ligera con levadura, que a veces se complementa con canela y cáscara de limón, se enrolla en un cilindro sostenido por un pincho que lo hornea junto a un fuego abierto. Pero, ¿cómo aterrizó este famoso dulce en la capital checa?

Dulces
Dulces | Murko – Wikipedia

Fue József Gvadányi, un general húngaro, quien, afincado en Skalica (Eslovaquia), decidió contactar con un cocinero de Transilvania en el siglo XVIII. Este exportó desde sus tierras la receta del rollo dulce y, cambiando algunos ingredientes, comenzó a venderlo en esta ciudad que se situaba en la frontera con Chequia. El trdelník se popularizó, traspasó fronteras, y hoy en día forma parte de la gastronomía praguense y, en general, de la checa.

Así que si alguna vez creíste firmemente que este delicioso rollo endulzado nació en la República Checa, estabas equivocado. Hungría fue la que lo vio nacer y un cocinero de su tierra, junto al general retirado de Eslovaquia, lo exportaron para que hoy en día su olor inunde las calles de Praga.

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