Áfricalujo
Embrujo bereber en el Royal Palm de Marrakech
Arquitectura y decoración tradicionales se funden con el lujo más moderno para ofrecer noches de cuento.
Publicidad
A doce kilómetros del centro de la 'Ciudad Roja', enmarcado en un olivar de árboles centenarios y con las maravillosas montañas del Atlas al fondo, se encuentra uno de esos cinco estrellas Gran Lujo que parecen sacados de un cuento de 'Las mil y una noches'. Se trata del hotel Royal Palm Marrakech, perteneciente a la cadena hotelera Beachcomber y que consigue emocionarnos gracias a una sabia combinación de arquitectura bereber y decoración tradicional marroquí. Grandes dimensiones en todas las estancias y una decoración opulenta y sofisticada es la base desde la que parte el complejo para que nos sintamos realmente mimados en todo momento. Un concepto arquitectónico que tiene presente que nos encontramos a un paso del Sáhara, de ahí que se haya llevado a cabo tratando de ofrecer el máximo de espacios posibles a la sombra, pero abiertos a la naturaleza, con diferentes fuentes de cascada para mantener el aire fresco. Además, las estancias del interior se iluminan solo con la luz que se filtra entre las mashrabiyas. Cuenta con 135 suites y villas en las que gozar de un ambiente íntimo y cálido. En ellas, el mobiliario contemporáneo se funde con la mejor artesanía marroquí. Así, las mesas de las suites o los accesorios de los cuartos de baños han sido elaborados por artesanos del Marrakech ajustándose a los demás elementos decorativos de la estancia. Los motivos de las mesitas bajas de las terrazas, por otro lado, se han elaborado mediante la técnica Zellije, azulejos de arcilla vitrificada marroquí dispuestos según patrones geométricos, como las teselas de un mosaico. Una visita a este hotel no estaría completa sin pasar por su spa. Con un diseño que emula un palacio marroquí dedicado a la belleza y al bienestar, está gestionado por la firma francesa Clarins y consta de diversas áreas en los que se ofrecen tratamientos específicos adaptados a las diferentes necesidades. En cuanto a gastronomía, su restaurante Le Caravane sorprende con un conjunto de lámparas decoradas con adornos de seda. Toda la iluminación la ha diseñado Moulay Youssef Elmouhibfillah, uno de los mejores especialistas en la fabricación de utensilios en latón y metal y maestro en el taller de artesanos del complejo. Aquí se podrá disfrutar de lo mejor de la gastronomía local y seguir soñando que, al menos durante unos días, estaremos viviendo dentro de un cuento.
Publicidad