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RUTA GASTRONÓMICA

7 dulces que no te puedes perder en Viena

La experiencia más azucarada y dulce de la capital austriaca no se limita a la famosa tarta Sacher. Por toda la ciudad se pueden degustar bizcochos y ambrosías con nombre propio y a cuál más sugerente.

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Es de las pocas tartas que ha traspasado fronteras por todo el planeta. La tarta Sacher original, un esponjoso pastel de chocolate con mermelada casera de albaricoque y una cobertura de chocolate fundente, es el pastel más conocido de Austria, un emblema de Viena que se lleva ofreciendo a huéspedes y curiosos desde 1832 en el legendario Hotel Sacher, justo detrás de la Ópera.

En sus cocinas se mantiene en secreto la receta original de esta tarta, creada por Franz Sacher, quien trabajaba de aprendiz de cocinero al servicio de la casa del príncipe Metternich. Hoy en día se elaboran artesanalmente más de 360.000 porciones al año, de las que una tercera parte se consume en el hotel, otro tercio se reparte en los puntos de venta y el último tercio se envía a clientes de todo el mundo.

Sin embargo, una ruta por los dulces, tartas y bizcochos de Viena no se limita a la Sacher. Prepárate porque vas a terminar de leer este viaje gastronómico con ganas de postres...

Otra receta sabrosa y secreta es la de la tarta Imperial. Según parece, en 1873, un joven pinche de cocina la preparó en honor del emperador Francisco José I, con motivo de la inauguración del Hotel Imperial de la avenida Ringstrasse. Está formada por varias capas de masa de almendra rellenas de cacao y mazapán, con un glaseado de chocolate.

El Grand Hotel de la capital, por su parte, se reivindica como obrador con el bizcocho Grand Guglhupf, cuya receta, cómo no, se mantiene bajo un estricto secreto. Además de mantequilla, azúcar, harina y huevos, este sabroso postre lleva vino tinto y canela. Además de en el hotel, también puede adquirirse en una cajita de regalo o encargarse por Internet.

En 2014, el grupo hotelero de lujo Ritz-Carlton puso en marcha una iniciativa para crear un pastel propio en cada uno de los 86 hoteles que posee en todo el mundo. El de Viena, de ese modo, pasó a formar parte del grupo de pasteles nobiliarios de la ciudad. En este caso, uno que mezcla chocolate negro con trocitos de naranja, y que se bautizó con el nombre del hotel, Ritz-Carlton.

Más elaborado es el pastel Domspitz del hotel Do & Co Hotel Vienna, que se ha inspirado en la catedral de San Esteban. El resultado es un pastel de chocolate y semillas de amapola, relleno de mermelada de ciruela y recubierto de chocolate, y que se puede adquirir en un envoltorio triangular que recuerda a las tejas de la catedral, emblema de Viena.

También la tarta Ringstrasse del hotel Vienna Marriott hace referencia a la ubicación del establecimiento en el suntuoso bulevar vienés. Este delicado dulce combina un bizcocho con mazapán crudo, trocitos de piel de naranja confitada y nougat de avellana.

Por último, la tarta Otto, de chocolate recubierta de chocolate y decorada con cerezas confitadas. También tiene su historia, pues se elabora en el hotel Altstadt Vienna del distrito 7 y es obra de la cocinera estrella Sarah Wiener, clienta habitual del hotel y no chef del mismo.

Seguro que ahora eres incapaz de decidirte por probar solo uno.

Más información:
Turismo de Austria

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