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AVENTURA EN EL CONO SUR

Descubre la belleza imponente de los glaciares argentinos

Al igual que Aureliano Buendía habría de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo, la visita al Parque Nacional Los Glaciares dejará una huella indeleble en tu memoria gracias a gigantescos bloques de hielo como los formados por el glaciar Perito Moreno o el Upsala.

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Con más de 700.000 hectáreas, el Parque Nacional Los Glaciares es el más extenso de las áreas protegidas argentinas. Debe su nombre a la presencia de numerosos glaciares que se originan en el gran Campo de Hielo Patagónico, el manto de hielo más grande del mundo después de la Antártida, que ocupa un 30% del Parque.

En torno a 2.600 kilómetros cuadrados de su extensión están formados por campos de hielo que albergan 47 glaciares mayores. Cuarenta y siete gigantescos bloques de hielo que están en continúa evolución, resquebrajándose, avanzando y retrocediendo, en una lucha continúa contra el cambio climático. Y junto a estos 47 glaciares mayores existen más de 200 glaciares de menor magnitud.

El Lago Argentino es escenario del enfrentamiento de dos colosos: el glaciar Perito Moreno y el glaciar Upsala. El más conocido (aunque de menor tamaño que el Upsala) es el Perito Moreno y no sólo por la blancura de su superficie y los tonos azulados de sus paredes, sino porque es uno de los pocos glaciares del mundo y el único de los casquetes patagónicos que continúa avanzando, a razón de 100 metros por año.

Este movimiento genera uno de los acontecimientos más esperados por los visitantes: la ruptura del dique de hielo formado por el glaciar, con espectaculares desprendimientos de su descomunal frente de 5 kilómetros y sus 60 metros de altura sobre el nivel del lago. Esta maravilla de la naturaleza se produce en períodos irregulares, así que no podemos prever cuando será la próxima ruptura del dique. Es una cuestión de suerte. De todos modos, y aunque no sea posible ver el rompimiento, la visita al Perito Moreno es, sin duda, una visita obligada.

Su espectacular belleza, el interés científico que despierta y la fauna en peligro de extinción que protege hicieron que en el año 1981 la UNESCO lo declarara Patrimonio de la Humanidad, convirtiéndose en el primer parque nacional en obtener dicha mención. El principal reclamo de las instalaciones es el territorio helado, pero conviene recordar que el Parque cuenta además con 790 kilómetros cuadrados de superficie boscosa donde predominan la lenga (roble de Tierra del Fuego) y el guindo. Entre los arbustos conviene destacar el notro, de bellas flores rojas; el calafate, de flores amarillas y fruto violeta; y el sauco del diablo en las zonas más húmedas del bosque.

En cuanto a la fauna, el parque alberga especies propias del bosque subantártico y de la estepa. Entre las aves, se puede encontrar desde el cóndor, el águila mora, el pájaro carpintero patagónico, o el yal austral (un ave muy pequeña y característica de Chile y Argentina), hasta el pato de los torrentes. Además, se puede ver al emblemático huemul (una especie de ciervo cuya población más austral encuentra refugio en este parque), el zorro colorado y el puma, entre otros mamíferos nativos.

En el otro extremo del Parque se ubican los picos más altos y la mayor diversidad de formas graníticas de la cordillera. La altura máxima es el Monte Fitz Roy, con 3.375 metros, de aspecto imponente y desafío para escaladores de todo el mundo. Todos estos contrastes hacen que en este lugar puedan practicarse todo tipo de actividades: desde trekking sobre el hielo, navegaciones, senderismo, hasta escalada e incluso la práctica de pesca deportiva.

Para acceder al Parque Los Glaciares el visitante lo tiene fácil gracias a que la ciudad de El Calafate cuenta con un aeropuerto de reciente inauguración que lo conecta con el resto del país. Una vez allí, basta viajar en coche por la carretera RP 11 hasta el Glaciar Perito Moreno, a tan sólo 80 kilómetros. También hay autobuses que te llevan hasta el Parque y allí se pueden alquilar coches o contratar excursiones.

Al tratarse de un área protegida es necesario pagar por visitar las instalaciones. La tarifa general es de 260 dólares (unos 230 euros al cambio actual) y aunque te pueda parecer un poco caro, ten en cuenta que vas a presenciar un espectáculo inigualable y que como el coronel Aureliano Buendía, muchos años después habrás de recordar aquél día en que fuiste a conocer el hielo.

Más información:
Administración de Parques Nacionales
Parque Nacional Los Glaciares

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