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Europa

Descansar frente al lago Ness

El Loch Ness Lodge, a la orilla de uno de los paisajes más increíbles de Escocia

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Nada más pisar suelo escocés, uno es consciente de que acaba de entrar en un país de leyenda. Pero, aún así, Escocia siempre asombra a quien la visita. La lluvia que suele acompañar el clima diario no hace otra cosa que embellecer sus paisajes infinitos, acentuar la melodía de sus gaitas y dibujar figuras en la bruma que cubre sus vertiginosos acantilados. Escocia guarda en su interior misterios, cuentos e historias que se han transmitido generación tras generación en un dulce gaélico. Y es en este idioma en el que sus gentes, acogedoras como pocas, se prestan a contar a cualquier visitante que les pregunte los rumores de fantasmas que habitan castillos ya en ruinas, las batallas que libraron caballeros heroicos y también las leyendas de monstruos que habitan en lagos. El norte de Escocia se rinde por completo a una naturaleza en ocasiones todavía desconocida. Por sus carreteras se puede viajar con una sensación de total libertad, con el único propósito de seguir la carretera hasta donde termine, sin planes, sin rutas, solo con una buena compañía y la única ayuda de un mapa –y, por si acaso, un diccionario para entender los acentos más cerrados de la zona-. A lo largo del país existen más de 700 lagos, de diferentes tamaños y formas, que se reparten por el salvaje paisaje como auténticos refugios de vida. Todos ellos tienen algo en común: sus aguas heladas. Por nombrar algunos, el loch Tummel –a los pies de los imponentes 1000 metros del Schiehallion- el loch Rannoch o el loch Duich –con su icónico castillo Eilean Donan Castle-. Pero, sin duda, uno de los más conocidos y visitados es el mediático lago Ness. Sus aguas son las más profundas y el lago Ness atrae cada año a cientos de turistas por su belleza, su inmensidad o bien para ver si consiguen divisar durante unos segundos a Nessie. Justo enfrente de este misterioso lago, en plenas Highlands escocesas se ubica el Loch Ness Lodge, un increíble hotel que solo cuenta con siete exclusivas habitaciones. Cada una de ellas está decorada con una exquisita y refinada elegancia que crea el ambiente idóneo para que la única preocupación de sus huéspedes sea disfrutar de las impresionantes vistas. Los elegantes salones del Loch Ness Lodge son un auténtico lujo para leer, descansar y escrudiñar las profundidades del lago Ness desde un lugar privilegiado. Sus jardines, terrazas y su confortable spa, en el que se pueden recibir masajes y disfrutar de la sauna, son la compañía perfecta para unos días de desconexión total en uno de los paisajes naturales más vistosos de Europa. El exterior del hotel es un claro ejemplo de la arquitectura tradicional escocesa y se adapta al terreno para convertirse en un testigo silencioso del esplendor de todo un país. Loch Ness Lodge, con sus cinco estrellas, inspira frescura y acerca a cada una de las ventanas de sus habitaciones las fría brisa del lago. Sus alrededores posibilitan infinidad de actividades como el senderismo, paseos a caballo o rutas por los lagos más cercanos.

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