10 consejos si tienes que pasar la noche en un aeropuerto

Hay veces en las que nos vemos obligados a pasar la noche en el aeropuerto. Las razones varían, aunque la mayoría de las veces se debe a que tenemos un vuelo demasiado temprano, en un aeropuerto donde el transporte público empieza más tarde que nuestra hora de embarque, y nos obliga a ir en el último tren o bus de la noche anterior (salvo que queremos pagar un carísimo taxi a las 4 de la madrugada). También puede ser motivado por un retraso inesperado o por un trasbordo que se realiza en plena noche, pues aterrizamos varias horas antes del siguiente vuelo.

Sea por el motivo que fuera, no es la mejor de las situaciones, pues no hay aeropuertos que tengan sus salas de embarque y terminales adaptadas a que los pasajeros duerman, sino más bien que estén el mínimo tiempo posible en ellas. Así, si te toca pasar noche en uno de ellos, es mejor que tomes nota de nuestros consejos y ya verás como, dentro de lo malo, la situación no se convierte en una pesadilla, llena de tortículis y músculos agarrotados o con la imposibilidad de dormir en ningún momento.

1. Infórmate antes si sabes que vas a pasar allí muchas horas. Hay aeropuertos que cuentan con pequeños hoteles y zonas de descanso dentro de las terminales. Es el caso, por ejemplo, del de Praga, que sirve de puerta de enlace entre muchos países del Este europeo y el Caúcaso con el Oeste del Viejo Continente. Con precios mucho más asequibles de lo que crees, son hoteles pensados para estar en ellos apenas unas horas, por lo que tienen lo justo para descansar.

2. Hazte con el acceso a las zonas VIP. Normalmente, las salas VIP de los aeropuertos brindan la posibilidad de poder acceder a ellas aunque no se vuele en clase Business o Primera. El precio suele ser algo elevado, sobre los 35 €, aunque hay algunas algo más caras, pero compensa si vas a estar muchas horas, pues suelen contar con sofás y butacas muy cómodas, algunas incluso zonas de reposo y camas; así como restauración gratuita que nos ahorraremos de los bares y máquinas de la Terminal. Si te informas bien, hay tarjetas prepago o algunas de crédito que dan entrada gratuita a las mismas.

3. Llega temprano. Sí, parece una tontería, ¿por qué llegar antes si ya vamos a tener que pasar allí toda la noche? Muy sencillo, porque si tu vuelo te obliga a pasar la noche en el aeropuerto, también lo hará a la mayoría del resto del pasaje. Con una media de 140 pasajeros en un vuelo regular, ¿crees que habrá hueco para todos en la terminal? El que llega antes y toma posiciones, gana.

4. Llevate tu equipación para dormir. No, nos referimos al pijama. Si sabes que vas a tener que tratar de conciliar el sueño en una terminal, no dudes en llevarte una almohada de las hinchables para reposar el cuello, así como un antifaz si eres de los que no puede dormir con algo de luz. Piensa en los kit que dan algunas compañías a sus pasajeros de vuelos intercontinentales, más o menos necesitarás eso: almohadilla, calcetines para descansar los pies de los zapatos que puedas luego tirar, antifaz y un kit de aseo rápido.

5. Prepara algo de comida. Aunque existe la restricción de líquidos y tendremos que tirar de máquina o cafetería a la hora de beber, con la comida es diferente. No siempre hay restaurantes o cafeterías abiertas a las horas más tardías de la madrugada, por lo que mucho mejor si prevés con antelación esa situación llevando bocadillos, galletas o algo de fruta. Te irá bien para descansar tener un poco de comida en el estómago.

6. Lleva el ocio contigo. Si sois varios, será más llevadero, pues siempre se puede jugar a las cartas, charlar, hacer cosas en común... pero si vas solo, pasará el tiempo más rápido si te llevas una pequeña videoconsola, una tablet con juegos y vídeos, un cargador extra para utilizar tu móvil como televisor u ordenador...

7. Maletas y documentación siempre a mano. En algunos aeropuertos se realizan controles a los pasajeros que pasan allí la noche, por lo que es siempre necesario tener los billetes a mano para poder enseñarlos. Y si tienes que elegir dentro o fuera de la zona de embarque, siempre dentro, porque la zona previa a los controles de acceso son las que más se controlan.

8. Haz grupo. Si sabes que vas a pasar la noche allí, habrá otros en tu situación. Una buena idea es acercarte a ellos y entablar una conversación. Si os juntáis un buen grupo, será más llevadero, seguro y divertido. Rompe con la vergüenza y la timidez, la gente es mucho más abierta y simpática de lo que crees y cuando se trata de viajar, más. Además, así puedes hacer amistades para luego el viaje en el destino.

9. Duerme una gran siesta. Si sabes que no vas a dormir porque no tienes tantas horas o no te fías, trata de estar despejado. Para ello, nada como una siesta muy larga el día anterior, durmiendo incluso más allá de las horas normales de una siesta. Trata de cenar ligero, para que el estómago no esté pesado y no te dé sueño, y prueba con bebidas y pastillas de cafeína o teína, para estar despierto más tiempo.

10. Pon el despertador. Sí, porque si sigues nuestros consejos dormirás como un lirón, y eso te puede llevar a perder el vuelo. Recuerda ponerte el despertador, varias alarmas si es posible. Y si sois un grupo, mucho mejor si alguno se encarga de estar despierto en el último tramo de la noche, para que nadie se quede dormido y esté pendiente de posibles cambios en el vuelo, la puerta de embarque o si toca vigilar las maletas.