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CONSEJOS PARA VIAJEROS

10 consejos para ahorrar en comida en un viaje 'lowcost'

Si tenemos poco presupuesto y no queremos gastar de más, especialmente en comida, basta con poner en práctica algunos de los consejos que hemos recopilado entre los viajeros más expertos a la hora de recorrerse el mundo del modo más barato posible.

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Además de la norma que impide llevar más de 100 ml. de cualquier producto líquido, hay más restricciones que afectan a la comida, tanto en el equipaje de mano como en el facturado. Sobre todo afectan a los productos cárnicos y cada país tiene sus propias normas. Así, quienes quieran ahorrar en un viaje llevándose la comida desde casa, no siempre podrán hacerlo, sobre todo si se trata de un viaje largo.

Sin embargo, ya en el propio destino, basta con seguir los consejos de los viajeros expertos en recorrerse el mundo con muy poco presupuesto para ahorrar con respecto a las comidas. Estos son los trucos que nos han enseñado para que un viaje 'lowcost' no se salga del dinero establecido y sin necesidad de pasar hambre.

1. Si es posible, hospédate en un lugar que ofrezca desayuno buffet y aprovecha para regalarte un desayuno contundente, a la altura de un brunch. Te dejará bastante saciado para buena parte del día. Haz cuentas, porque muchas veces la diferencia de un hotel barato con desayuno o uno sin él es menor que pagar el desayuno en un bar.

2. Si en tu habitación hay minibar, no dejes de usarlo. Compra tus cosas en el supermercado y déjalas en la habitación. Muchos productos no necesitan frío y daría igual si hay o no nevera, pero si la hay, las posibilidades de poder tener más variedad de cosas aumenta.

3. No tengas vergüenza y pregunta por restaurantes baratos, tiendas de comida o supermercados con comida preparada a los lugareños. Ellos saben mejor que cualquier guía  dónde se puede comprar comida al mejor precio.

4. Aprovecha las ofertas de menú, especialmente en puestos callejeros. En muchas ciudades, un trozo de pizza y un refresco, salvo en las plazas más turísticas, tienen un precio muy asequible.

5. Evita las zonas llenas de turistas para comer. No es necesario que te vayas a las afueras, pero cuanto más local y menos turístico sea el ambiente, más ajustados serán los precios, por norma general.

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6. Si no tienes hambre cuando repartan algún snack o un sándwich en el avión, no dejes de aceptarlo y lo guardas. Quizás te venga bien en un momento de hambre y lo que tengas a mano sea a precio de aeropuerto...

7. No dejes de darte caprichos gastronómicos, pero hazlo con mesura para que no te afecte al bolsillo. Un gelatto en Italia es suficiente, no hacen falta seis. Lo mismo con un macaron en París o una salchicha en Alemania. Y si sois varios, recuerda que las opciones para picar en grupo saldrán mejor que si cada uno se pide un plato.

8. Si alquilas una habitación en una casa o vas a un hostal de alberguistas, pregunta si te dejan usar la cocina o si esta es de uso para viajeros, ya que te permitirá hacer tú mismo la comida para cada día.

9. Investiga antes de viajar si hay asociaciones o webs en el lugar al que vas que permiten pequeños trabajos de un par de horas a cambio de comer con familias o grupos de jóvenes y cooperativas. Es una buena forma de conocer gente que luego te enseñe la ciudad.

10. Si no te da vergüenza y tienes un poco de oído o maña, aprovecha unos ratos libres para sacar al cantante callejero o al artista escénico que llevas dentro y te sacas unas monedas.

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