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ESTADOS UNIDOS

Conduce en Bonneville, el desierto de sal donde se baten todos los records de velocidad

Utah acoge un desierto de 260 kilómetros cuadrados, árido, blanco, salado y deslumbrante. Allí, los vehículos circulan a velocidades de vértigo, incluso más de 1.000 km/h. Un lugar único cuya visita te deja sin palabras y te crea más de un espejismo.

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Imagina un lugar tan llano, tan llano, en el que incluso puedas distinguir la curvatura del planeta. Tan estéril e inhóspito, que es imposible que en él puedan existir ni las formas de vida más simples. Imagina, además, que sobre ese lugar pasan vehículos extraños a toda velocidad, un espacio natural que es en realidad una vasta llanura blanca y deslumbrante. ¿A qué crees que  es imposible que un sitio así sea real? Pues existe, y no, no está en otro planeta lejos de La Tierra. Tan solo hay que cruzar el océano Atlántico, en Estados Unidos. Hay que llegar hasta Utah, a las famosas salinas de Bonneville.

Hablamos de una enorme extensión blanca, de 260 kilómetros cuadrados de árido desierto salado y deslumbrante. Sin duda, una de las atracciones naturales más singulares de los Estados Unidos.

Las salinas de Bonneville, al oeste del Gran Lago Salado, parecen un gran lago congelado cubierto de nieve, pero, en realidad, el suelo es una gruesa costra de sal que en los días calurosos crea espejismos que se ven increíblemente reales. Las olas de calor se elevan desde el suelo salado y el espectáculo es tan asombroso que incluso creerás ver que este árido desierto está cubierto de agua.

Impresionante y bello, el mejor lugar para ver su inmensidad, es desde la autopista I-80, cerca de Wendover, en una zona de descanso rodeada por tierra perfectamente plana y donde las montañas al norte y al oeste rompen la vista. Si miras al este y al sur, parece que la tierra plana se extiende prácticamente para siempre hasta el infinito.

Cada invierno, una capa superficial de agua estancada inunda la superficie de las salinas creando la sensación de que estamos frente a un gran lago. Y durante la primavera y el verano, el agua se evapora mientras vientos suaves barren la superficie de la llanura, creando formas perfectas. Un fenómeno que ha convertido a las salinas en un lugar perfecto para los corredores de coches de alta velocidad. De hecho, en las Salinas de Bonneville se celebran carreras todos los años, y se han batido muchos récords de velocidad del mundo. Un vehículo de cuatro ruedas propulsado por cohetes, estableció el récord de velocidad en tierra en 631,4 millas por hora, 1.016 kilómetros por hora, en 1970.

Estas salinas se formaron cuando el antiguo lago Bonneville se secó. El lago era enorme, y el actual Gran Lago Salado es lo que queda de aquel lago original.

Puedes conducir tu coche tan rápido como quieras en Bonneville Speedway. Si te diriges hacia el este, a unos pocos kilómetros, en algún momento llegarás a la pista de rodadura, que se caracteriza por pequeñas líneas y banderas o conos. Es probable que te encuentres con equipos oficiales de carrera o corredores no oficiales. Pero recuerda que lo primero que tienes que hacer cuando te vayas es lavar el coche. Si dejas la concentración de sal gruesa un día o dos, empezará a corroerse el metal, y si tu coche es de alquiler, es aún más importante.

Hay varias carreteras que recorren las Salinas en muchas direcciones. A menudo se extienden hasta lugares muy remotos donde las condiciones son duras y no hay servicios, así que lleva contigo un buen mapa. Mantente en los caminos o áreas designadas para vehículos. A pesar de la apariencia de una superficie dura, gran parte de la zona es una costra de sal fina sobre barro blando. Se rompe fácilmente bajo el peso de un vehículo. Y mantente fuera de la superficie de la sal cuando esté cubierta por el agua. Cuando está mojada, la superficie de sal es blanda y se daña fácilmente Además el agua salada es altamente corrosiva y el sistema eléctrico de tu coche puede sufrir un corto circuito.

Estamos en un desierto, así que ve preparado para la ocasión. Las temperaturas suelen ser extremas tanto de día como de noche. Y recuerda que como espacio protegido, no se puede acampar. Hay espacios para ello en terrenos circundantes.

Más información:
Bonneville Salt Flats

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