América Sur
Cinco hoteles dentro de cuevas
Alojamientos que han sido erosionados por el mar, el viento y la historia
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Cada vez son más los lugares singulares que se reconvierten en hoteles. Ya no nos conformamos con alojarnos en un hotel elegante, ubicado en el centro de la ciudad que queremos visitar, que ofrezca todos los servicios y comodidades imaginables. Queremos sentir que estamos durmiendo en un sitio único y original, que antes tuvo otra función y hoy podemos disfrutar en exclusividad durante unas noches. Las cuevas fueron los primeros refugios que utilizó el hombre. Los recovecos y cavidades que se formaban en las montañas servían como viviendas naturales que, además, aislaban tanto del frío como del calor. Entonces, ¿por qué no reconvertir estos espacios que han ido erosionándose con el paso de los siglos en hoteles con un toque rural único?. Si de verdad buscas disfrutar de la naturaleza en todos sus sentidos y dormir en una habitación cuyas paredes hayan sido testigos de las olas, el viento y la historia, los hoteles cueva serán la opción perfecta. Te proponemos cinco hoteles instalados en el interior de cuevas que siglos atrás se utilizaron como establos, viviendas de pescadores o incluso monasterios. Para ello, viajamos a la región turca de Cappadocia, donde las rocas calizas han formado figuras dignas de contemplar, al incomparable valle del Loira, a la idílica isla de Santorini, al desierto de Australia y, por último, una parada en la tranquila Jamaica.
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