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Cinco habitaciones firmadas por cinco artistas

En el hotel Aux Vieux Panier, en Marsella

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Marsella es uno de los puertos claves del Mediterráneo desde hace siglos. Es una de las ciudades más grandes de Francia y, bajo sus días soleados, ofrece a todos sus visitantes parques, museos, exposiciones y numerosos edificios históricos que disfrutar de día y de noche. Es una ciudad que sabe a marisco y a bullabesa y que está custodiada por la bella basílica Notre Dame de la Garde, una auténtica obra maestra. Dos de sus barrios más destacados son Malmousque, con su puerto pesquero, y Panier, el barrio más antiguo de la ciudad, el que acoge entre sus límites territoriales los monumentos más emblemáticos de Marsella y también los comercios con mayor tradición artesanal. Es en esta zona, situado tan solo a 500 metros del puerto viejo, en donde se encuentra el hotel Aux Vieux Panier. Su ubicación es excepcional puesto que con tan solo un paseo de puede llegar a la Catedral de Marsella y al Museo de Historia. Entrar al Aux Vieux Panier es casi como entrar en una galería de arte. Lo curioso de su interior es que cada una de sus habitaciones ha sido decorada por un artista distinto. Pero su obra es efímera puesto que, cada año, un nuevo artista decora la habitación. De esta forma, el hotel siempre tiene algo nuevo con lo que sorprender a sus huéspedes, un toque especial que les genera la intriga de saber cómo será esa habitación dentro de un par de años, y que invita a volver a alojarse en él. Arte y decadencia son sus señas de identidad. El hotel está situado en un edificio del siglo XVII que, a primera vista y solo observando su fachada, parece una antigua tienda. Nada más traspasar su puerta se entiende que dentro de él, la libertad de expresión no es un derecho sino más bien una obligación. Colores, formas, diseños, objetos curiosos y llamativas combinaciones que crean un ambiente totalmente atemporal. Actualmente cuenta con una habitación decorada por Avexciters con piezas de madera que invaden el techo y las paredes y le otorgan un aspecto orgánico y muy natural. Julien Colombier ha diseñado su estancia en tonos oscuros con detalles que evocan la naturaleza, mientras que Pascale Robert ha optado por una habitación decorada con elementos surrealistas y dibujos en tres dimensiones que únicamente se aprecian con unas gafas 3D que se encuentran en la estancia. La cuarta habitación es obra de Thomas Canto, con una estética futurista, y Pixtil Studio firma la quinta con sus diseños gráficos en tonos azules y amarillos. El hotel cuenta con una terraza en la azotea de su cuarta planta, desde la que se tienen unas magníficas vistas de los tejados de la ciudad. Además de un acogedor comedor en la planta baja, en el que se pueden leer revistas en sus confortables sillones, disfrutar de un delicioso desayuno o simplemente de una buena conversación. Desde su inauguración en 2010, su propietaria, Jessica Venediger, cuida día a día los detalles que convierten el Aux Vieux Panier en un alojamiento único en pleno centro de Marsella.

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