ITALIA
Ciclismo gastronómico en la Toscana
La Toscana es una región famosa por diferentes razones gourmet empezando por el vino y las trufas ¿el mejor modo de descubrirla? En bicicleta.

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El otoño es una época ideal para disfrutar de la Toscana en bicicleta, el clima acompaña (todavía no hace frío pero tampoco se siente el tórrido calor del verano) y, además, es tiempo de trufas, los diamantes de la tierra. ¿Sabías que la búsqueda y recolección de trufas en Italia es Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO? ¿Y que este reconocimiento se goza todo el año?.
De la trufa en Italia se disfruta todo el año pero no del mismo modo: en otoño, el tiempo que nos ocupa, es la trufa blanca la que se hace presente mientras en otoño es la trufa negra y brumale, también la marzuolo que nos lleva a la primavera ¿y en verano? Es el tiempo de la trufa scorzone y unciato que llega de nuevo al otoño.

Dado que cada estación tiene sus trufas, cada estación ofrece también diferentes rutas, ahora bien ¿cuáles son los lugares más recomendados para los amantes de las trufas? De Monte Amiata hasta Arezzo, desde el Valle de Elsa hasta las Crete Senesi, también las colinas pisanas; la Vía Francígena que pasa por las capitales truferas en la Toscana (aunque empieza en Canterbury y termina en Roma) y el circuito de San Miniato, especialmente famoso por el notable tamaño de sus trufas y por ser, además, zona de trufa blanca, es decir, especialmente recomendable en otoño.
Tanto si eliges recorrer el tramo toscano de la Vía Francigena a su paso por San Miniato como si viajas hasta esa localidad italiana para recorrer los senderos que la rodean, estarás en zona de trufa blanca, es decir, de trufas de otoño en Italia. Además esta localidad está a medio camino entre Pisa y Florencia, de modo que puedes aprovechar tu viaje cicloturista a la Toscana para degustar la trufa blanca para gozar también de estas dos imponentes ciudades.

Hay además dos museos que, si viajas a la Toscana tras las trufas y en bicicleta, no puedes perderte: el Museo de la Trufa de San Giovanni d’Asao y el Museo de la Trufa de las Colinas San Miniato MuTart; y una vez has rodado algunos kilómetros y descubierto la historia trufera de Italia en estos dos museos, llega el momento de la degustación, una degustación que pasa, sin duda, por el plato estrella de la Toscana: los tradicionales tagliolini con trufa.
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