Excavada en Estados Unidos
La catedral subterránea del millón de dólares
Es el valor que se le ha calculado a la inmensa catedral que ha excavado sin ayuda en la roca, durante los últimos 30 años, un hombre en el desierto de Nuevo México.
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Vivimos en una época de cambios. La crisis económica ha obligado a muchos a reinventarse, cambiar su estilo de vida, su profesión, su ciudad... No es un fenómeno nuevo, sino una constante en la historia de la Humanidad, que se desarrolla más al enfrentarse a la adversidad que en periodos de bonanza. Sin embargo, hay cambios y cambios. Y si no, qué mejor que fijarnos en Ra Paulette.
Este antiguo empleado del servicio postal norteamericano, guardia de seguridad y obrero de la construcción fracasó en cada trabajo que emprendía, todo después de haber dejado a medias la carrera universitaria. Así, en 1985, ante la necesidad de meditar y replantearse qué hacer con su vida, decidió retirarse al desierto de Nuevo México, al sur de Estados Unidos, y, sin un plan previo, comenzó a excavar la que, hoy, 30 años después, es la catedral subterránea más impresionante del país.
El trabajo de excavación de la cueva bajo el desierto le llevó 25 años, y lo realizó con un pico, una pala y, sobre todo, mucho tiempo. Su idea inicial fue crear una pequeña capilla bajo tierra en la que poder pensar, rezar y encontrar respuestas; pero se fue complicando él mismo el proyecto hasta terminar tallando a mano 14 galerías, que sumadas alcanzan los 8.400 metros cuadrados de superficie y muchas más de espacio cúbico interior.
Las grandes paredes de arenisca, siempre formando curvas y con techos abovedados, están adornadas con patrones entrelazados de forma abstracta. Desde su comienzo a su fin, no hay un diseño predefinido, sino que todo iba surgiendo tal cual le salía en aquel momento a Paulette, que hoy tiene 67 años y que no ve su trabajo como un fruto artístico, sino más bien como “arqueología”.
La catedral se ha vuelto famosa en todo Estados Unidos gracias a la magia del cine. La obra de Paulette fue la protagonista de un documental que incluso fue nominado en la última edición de los Oscar en su categoría. No se pudo alzar con el premio, pero sí se hizo con los del Festival de Cine Europeo Independiente, el Maui Film Festival o el de documentales de Newburyport Doc. Dirigida por Jeffrey Karoff y con Anghel Decca encargado de la fotografía, sigue los pasos de Ra, a medio camino entre el ermitaño, el asceta y el genio.
Algunas de las “cavernas de meditación”, como Paulette llama a las pequeñas bóvedas que hay en cada una de las galerías, están a la venta, y eso a pesar de que el norteamericano no es el dueño del terreno.
Cada vez son más los que se acercan a la localidad de Española, en el norte del Estado, en busca de este lugar, al que se accede por una pequeña puerta también excavada en la montaña. No es fácil de encontrar porque, además de encontrarse en terreno privado, no está señalizado. Eso sí, los que consigan hacerlo, con permiso y acompañados del propio Ra, podrán incluso escalar alguna de las bóvedas, con ayuda de una larga escalera, lo que permite salir incluso del complejo a través de algunas de las aberturas del techo. Una experiencia única.
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