América Norte
Cañón de Chelly, territorio Navajo
Un paisaje histórico y espiritual
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Conocido por sus escarpadas paredes y los miles de antiguos asentamientos, el Cañón de Chelly es uno de los paisajes habitados más antiguos en América del Norte. Hay más de 2.700 sitios arqueológicos dentro de los muchos cañones que componen el Cañón de Chelly, pero solo 13 se han rehabilitado o protegido de la degradación. Los Navajo conocen muy bien la historia de este paraje natural, y la de los ancestriales pueblos Anasazi, Hopi y Navajo. Recorrer este Monumento Nacional, Reserva Navajo, es una forma de conocer a los primeros habitantes de lo que hoy son los Estados Unidos, y con el aliciente de que aún hoy, una comunidad indígena Navajo, habita en el fondo del Cañón dedicada a las ovejas durante los meses de verano. El cañón se extiende por una superficie de casi 340 kilómetros cuadrados, aunque realmente se trata de un conjunto de cañones, el de Chelly, el del Muerto y el de Monumento. El nombre de Chelly proviene de la palabra navaja Tséyi, que es el nombre con el que los navajos se refieren a los cañones. El Monumento Nacional Cañón de Chelly está situado en el corazón de la gran Nación Navajo y hay mucho que ver. Este Cañón de Arizona es un área natural protegida y forma parte de la red de Parques Nacionales del país. Lo mejor es comenzar por el Centro de Visitantes para recabar información y orientarse. Aquí encontrarás un mapa del parque y el horario de las actividades disponibles. Este Centro y el parking cierran a las 17h. La entrada es gratuita, pero lo que si tiene un coste son los tours guiados por el fondo de cañón, tanto si se hacen a pie, a caballo, en tu propio coche o en el 4X4 acompañado por los guías oficiales. Hay varios recorridos. Si no quieres adentrarte demasiado hay dos carreteras que van en paralelo al cañon en las que hay varios miradores. Pero si lo tuyo es la aventura puedes visitar White House Ruins o Ruinas de la Casa Blanca y Spider Rock. El cañón es conocido sobretodo por esta impresionante formación rocosa. Explorar el Cañón de Chelly pasa por acercarse a la base del espectacular monolito de arenisca roja conocido como Spider Rock. Formado hace unos 230 millones de años aproximadamente, alcanza una altura de 244 metros en una zona donde las paredes del cañón se elevan por encima de los 304 metros de altura. Muchos de los restos arqueológicos están situados en el camino que pasa por los cañones inferiores. No hay que perderse, por ejemplo, Mummy Cave, la Cueva de la Momia, la Casa Antelope y la Fortaleza Navajo, situados en el Cañon del Muerto. La Cueva de la momia es un complejo de casas ancestriales parcialmente restauradas y construidas bajo un voladizo en la arenisca erosionada. En la casa Antelope vas a poder ver dibujos de antílopes realizados a principios del siglo pasado. Y más arriba granjas, huertos y campo agrícolas que son cultivadas por los residentes actuales. La zona menos visitada es Ventana Mesa y las Cuevas Pintadas. Lugares asombrosos que merece la pena conocer. Una geología única con ventanas, arcos, como el de Hope Arch, y petroglifos además de abundantes restos arqueológicos. El Cañon de Chelly es una parte importante de la historia de los Estados Unidos y un paraje natural excepcional. Una forma de acercarse a la comunidad Navajo y disfrutar de el auténtico y salvaje oeste americano.
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