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BUCEO EN CROACIA

En busca de barcos hundidos en la costa del Adriático

Las aguas de Croacia han sido testigos de numerosos acontecimientos históricos, entre ellos muchas batallas navales y accidentes. Esto permite que, actualmente, sus fondos marinos sean una joya para los amantes del buceo entre pecios.

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No hay duda de que uno de los alicientes de Croacia es, sin duda, su costa. El Adriático baña sus cientos de kilómetros de litoral, así como sus 1.244 islas, todas con buenos lugares donde zambullirse, tomar el sol y, también, realizar interesantes inmersiones. De hecho, el buceo se está convirtiendo en todo un reclamo que va a más, y es que el mundo submarino croata es bastante particular.

Del lecho marino del país balcánico se puede destacar su gran flora y fauna, pues a sus numerosas especies animales hay que sumar bosques de gorgonias y muchas cuevas que sirven de refugio a docenas de animales. Pero también la multitud de barcos hundidos que se pueden visitar en una inmersión, pecios que se encuentran a una profundidad de entre 20 y 40 metros, perfecta para poder contemplarlos fácilmente sin necesidad de equipos complejos.

Parte del por qué de esta peculiar situación la encontramos tan solo mirando un mapa de la región. Estamos en una zona que formó parte de la ruta entre Grecia y el norte de Italia durante el periodo clásico, y que fue tomando cada vez más importancia a medida que esta última zona iba cobrando auge. De hecho, en los siglos XV y XVI, la República Independiente de Ragusa, la actual Dubrovnik, fue una importante ciudad marítima que rivalizaba incluso con Venecia y otras ciudades-estado marítimas de Italia, por lo que hubo más de un naufragio.

Las batallas navales de los siglos XIX y XX también dejaron barcos hundidos. Visitarlos es sencillo gracias a las guías y listados que se han creado en torno a esta actividad. Una de las localizaciones y sitios de inmersión más interesantes es la que permite acercarse al Barón Gautsch. Situado al oeste de las islas Brijuni, en Istria, se trata de acercarse al que fuera un barco de pasajeros austro-húngaro que se hundió en 1914 al encontrarse con un campo de minas. Tiene 89 metros de longitud y está a una profundidad de unos 35 metros. Está bajo protección del Ministerio de Cultura y sólo se puede visitar a través de un centro de buceo autorizado.

También destaca el Peltastis, un barco carguero griego que se hundió durante una tormenta en 1968 en la bahía de Kvarner. Está a una profundidad de entre 20 y 30 metros y es fácilmente accesible. O el Francesca da Rimini, situado cerca de la costa norte de la isla Kaprije, en Dalmacia central. El barco fue hundido el 22 de marzo de 1944 por dos torpedos. Era un barco italiano que había pasado a manos alemanas y se dedicaba al transporte de armamento.

En el fondo marino croata se siguen encontrado auténticos tesoros como el que se halló por casualidad en 1999 cerca de la isla de Losinj, una estatua de bronce de un atleta griego, el llamado Apoxiomeno. Y no solo esculturas. Hace algo más de un año se descubrió a unos 20 metros de profundidad, cerca de la ciudad de Split, una estructura formada por bloques regulares de piedra que se asemejaba a un camino artificial y que fue bautizado como 'la Atlántida de Split'.

En Croacia hay más de 140 centros de buceo especializados que ponen a disposición del visitante guías profesionales y el equipamiento necesario. Es necesario tener el permiso internacional de submarinismo y abonar una tasa anual de unos 13 € en cualquiera de estos centros.

Más información: 
Diving.eu

Buceo en Croacia

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