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Europa

El Berlín más dulce habla francés

Los amantes del dulce tienen en la capital alemana una de esas pastelerías que no hay que dejar de visitar en una escapada: Albrecht's.

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No hacen falta muchas razones para querer visitar Berlín, una de las capitales más interesantes de Europa y con una intensa vida cultural. Pero siempre hay nuevas experiencias con las que llenar la mochila y, una vez visitado alguno de los lugares más emblemáticos, ¿qué mejor que un descanso degustando alguno de los pasteles más afamados de la capital alemana? Una de las mejores opciones, si no la mejor, es acudir al que está considerado el templo de la pastelería francesa en la ciudad. Se trata de Albrecht's Patisserie, el sueño convertido en realidad de Stephanie Albrecht. Tras una formación por diferentes países, pero con un marcado carácter francés, hace diez años que decidió abrir su negocio y combinar la tradición artesana y las recetas de siempre de la pastelería alemana con la sofisticación francesa. Madre de tres hijos, antes de establecerse en Berlín trabajó en el famoso Café Klein de Hachenburg, así como en diferentes hoteles-castillo de Suiza. Luego se marchó a París, donde aprendió de la mano de los reposteros de la Pâtisserie de Montmartre y la Boulangerie Dosse Mont. El resultado, una pastelería de autor en la que cada dulce es un bocado a cuál más apetitoso y en cuyas recetas se mezclan las cremas más finas con ligeros hojaldres y muchas frutas de temporada. Albrecht's cuenta con tres locales en Berlín, aunque el más accesible para el turista es el que se encuentra en el Mitte, concretamente en el número 5 de Sophienstrasse. Además hay que sumar otros dos en la zona de Prenzlauer Berg, todos abiertos a diario hasta las seis de la tarde. Para Stephanie, sus clásicos son la tarta de ciruela y la de manzana, aunque también se ha especializado en la tartaleta de yogur y frambuesas. Fiel amante de los ingredientes de temporada, en otoño es posible encontrar allí su interpretación del clásico turrón navideño, así como una impresionante tarta de almendras. Tras probarla, será fácil entender por qué este local es una visita obligada en Berlín.

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