BRUJAS

Basílica de la Santa Sangre de Brujas: historia y por qué tiene ese nombre

Es el momento de conocer la historia de la Basílica de la Santa Sangre situada en Brujas y, sobre todo, descubrir el motivo de su nombre.

Basílica de la Santa Sangre de Brujas: historia y por qué tiene ese nombre

Basílica de la Santa Sangre de Brujas: historia y por qué tiene ese nombreImagen de Jim Linwood en Wikipedia, licencia: CC BY 2.0

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La Basílica de la Santa Sangre es una de las más espectaculares que podemos encontrar en Europa. Y siendo honestos, no es para menos. Está situada en la siempre sorprendente ciudad de Brujas, en Bélgica. Se construyó originalmente en el siglo XII a modo de capilla de la residencia del conocido conde de Flandes.

Con el paso del tiempo, fue adquiriendo muchísima más relevancia en muchos sentidos. Entre otras cuestiones, por albergar la venerada reliquia de la sangre de Cristo. De ahí que esta basílica tenga este nombre tan sumamente peculiar. Al parecer, esta sangre fue recogida por José de Arimatea y traída desde Tierra Santa por Teodorico de Alsacia (conde de Flandes).

Esta construcción se llevó a cabo entre los años 1134 y 1157, pero no fue hasta 1923 cuando fue consagrada como basílica menor. Debemos tener en cuenta que está situada en la mítica Plaza Burg, una de las más transitadas de la ciudad de Brujas. Está formada por una capilla inferior, dedicada a San Basilio el Grande, y una superior, donde se encuentra la Reliquia.

La Basílica de la Santa Sangre, a través de su historia

Para conocer en profundidad la historia de esta edificación religiosa, debemos centrarnos en la figura de Teodorico de Alsacia. En el año 1134 decidió construir nada más y nada menos que una doble capilla privada contigua a la primera residencia de los condes de Flandes: Oud Steen. Un edificio que, en la actualidad, alberga el Ayuntamiento.

En el año 1147, Teodorico de Alsacia tuvo que partir hacia la histórica segunda cruzada. Tal y como narra la leyenda, éste regresó a la ciudad de Brujas un 28 de febrero de 1150. Y no lo hizo con las manos vacías, sino con la reliquia de la Santa Sangre. De ahí que, en la primera mitad del siglo XIII, se tomara la decisión de cambiar el nombre de la capilla superior a Capilla de la Santa Sangre.

Basílica de la Santa Sangre de Brujas
Basílica de la Santa Sangre de Brujas | Imagen de Matt Hopkins en Wikipedia, licencia: CC BY-SA 2.0

La Reliquia de la Santa Sangre, al detalle

La Reliquia es una ampolla que contiene un trozo de tela con la sangre de Cristo. Bien es cierto que en la Biblia como tal no se menciona que se conservase, pero uno de los Evangelios apócrifos sí que reconoce que José de Arimatea conservó esa Santa Sangre justo después de lavar el cadáver de Jesucristo.

La leyenda, como hemos mencionado, asegura que Teodorico de Alsacia llevó esa Reliquia a Brujas tras la Segunda Cruzada, que se llevó a cabo entre los años 1147 y 1149. A pesar de todo, recientes investigaciones no datan la presencia de la Santa Sangre en la ciudad belga hasta 1250.

Sea como sea, estamos ante uno de los elementos que más expectación genera y que más visitas recibe por parte de los fieles. Es más, en el año 1310, el Papa Clemente V no dudó un solo segundo en emitir una bula papal con el fin de conceder indulgencias a aquellos peregrinos que decidieran visitar la capilla para ver, en primera persona, la Reliquia. Como dato curioso, el día de la Ascensión se realiza la Procesión de la Santa Sangre.

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