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En una isla de Escocia

Barra, la única playa del mundo que se convierte en aeropuerto

Hay aeropuertos que están pegados a una playa, pero solo uno que tiene una playa como pista de aterrizaje. Se trata del de Barra, en la isla del mismo nombre en Escocia. En este rincón de la bahía de Traigh Mhor es la marea la que decide si se aterriza sobre arena o sobre las mismas aguas.

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La isla de Eilean Bharraigh, también conocida como Barra, es una de las más al sur del archipiélago de las Hébridas Exteriores, en la costa noroccidental de Escocia. Apenas supera los 1.000 habitantes y su naturaleza salvaje es reclamo de muchos turistas que llegan hasta aquí buscando una flora muy especial, en la que destacan todo tipo de flores autóctonas. Cuenta, además, con varios museos, ruinas medievales y de la Edad del Hierro... y cada verano se celebra un festival que gira en torno a la cultura gaélica de Escocia: el de Féis Bharraigh.

En su esquina norte se encuentra otra de sus máximas atracciones. Una por la que tienen que pasar todos aquellos que lleguen a Barra por aire. Y es que el aeropuerto de esta pequeña isla es, por su parte, todo un hito. Se trata del único aeródromo del mundo que se encuentra sobre una playa. Y no, no es como otros más famosos que están tan cerca de la costa que prácticamente obliga a cerrar una parte de una playa, sino que es el arenal donde los aparatos deben realizar las maniobras.

Esto es único en el mundo, obedece a la falta de espacio y, además, a la falta de vuelos, que no hace rentable el realizar una operación de construcción mucho mayor, y le da un encanto imposible de alcanzar en otro lugar del mundo.

El aeropuerto posee tres 'pistas', pero se puede ver sin ninguna de ellas dependiendo de la hora a la que vayamos. Y es que, cuando sube la marea, se ven sumergidas en las frías aguas del Atlántico Norte. De hecho, los horarios del par de vuelos procedentes de Glasgow que aterrizan allí diariamente varian según lo hacen las mareas. Además, precisamente por esto, no está aconsejado el uso del mismo durante las horas de noche. En el caso de que sea obligatorio hacerlo, al no contar con infraestructura de luces estándar, se utilizan vehículos para que sean sus faros los que indiquen dónde se encuentra la pista de aterrizaje de arena.

Esto no quiere decir que el aeropuerto esté abandonado o que no tenga infraestructuras. Al contrario. Junto a la playa existe una terminal convencional, con su zona de carga, sus portamaletas y su edificio para acoger a los pasajeros, así como que estos esperen tomando un café.

Lo que sí es obligado es que no pueden aterrizar grandes aeronaves, sino solo aquellas que pueden permitirse aterrizar y despegar en una 'pista' tan particular, de ahí que sean siempre pequeños aviones. Tampoco falta aparcamiento, ¡ni cinta portaequipajes!

Sin duda, los amantes de los aeropuertos poco convencionales se habrán anotado ya ir a Barra al menos una vez en su vida, aunque solo sea por poder decir que aterrizaron sobre una playa escocesa, sin necesidad de que hubiera un aterrizaje de emergencia.

Más información:
Aeropuertos de las Highland

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