Viajestic » Destinos

Una cueva de hielo digna de la reina Elsa

El auténtico castillo de hielo de 'Frozen' está en China

La impresionante cueva de hielo de Luyashan, en el condado chino de Ningwu, se formó en la época glaciar y es única por un motivo muy particular: nunca se derrite su hielo incluso si la temperatura exterior supera los 17 ºC.

Publicidad

Su belleza y sus magnitudes impresionantes la convierten en un auténtico palacio de hielo. Y gracias a unas bien pensadas luces de colores que hacen de su visita un lugar mágico, la cueva de hielo de la montaña de Luyashan, en China, bien podría convertirse en el castillo de repuesto de la reina Elsa, el personaje animado de Disney en el filme Frozen, si tuviera que dejar el suyo durante unas semanas.

De hecho, ya en China lo conocen como ‘el palacio de hielo del Frozen chino’. Cuando en realidad es que la cueva, en el condado de Ningwu (provincia de Shanxi, al suroeste de Pekín), es muchísimo más antigua que la película. Nada menos que tres millones de años de antigüedad, y con unas características especiales que han permitido que esté intacta incluso con el aumento de la temperatura resultante del cambio climático actual.

Y todo porque en esta cueva tan especial el hielo, por raro que parezca, nunca se derrite. A pesar, incluso, de que la temperatura exterior es de 17 ºC durante los meses en los que recibe visitantes. Los investigadores explican que este curioso fenómeno se debe a su forma, pues el frío queda atrapado dentro pero el calor no puede ingresar por sus angostos pasillos. Esto origina una constante sensación de lluvia de hielo gracias a los millones de estalagtitas y estalagmitas heladas que hay por todos lados, así como texturas de hielo diferentes.

Esta de Luyashan es la más grande de China. La cueva tiene una profundidad de casi 85 metros, divididos en cinco niveles que son visitados por más de mil personas al día entre mayo y octubre. Son los únicos meses del año en los que está abierta al público. Todos los pisos se conectan entre sí con una red de escaleras y puentes que pasan entre los agujeros hechos en el hielo por los espeleólogos, y como el interior está iluminado con focos de distintos colores, se ha creado una atmósfera que parece salida de un cuento.

Desde el techo se desprenden enormes carámbanos de hielo, cascadas que llegan elegantemente hasta los niveles inferiores y, en lo más profundo, se aprecian estalagmitas. En total son más de 200 las instalaciones de luz que se han incorporado a la cueva, lo que permite juegos de colores y paisajes escénicos en el que el hielo es el protagonista. La visita turística dura una hora y, sin duda, es de las actividades más apreciadas por los que visitan este rincón a unas pocas horas de Pekín.

Las cuevas de hielo son más frecuentes de lo que pensamos, aunque quizás no con las dimensiones gigantescas de la de China. También las hay, y grandes, en Islandia, Rusia... así como en países de Asia central y Norte América. Gracias a las bóvedas y escenarios que en ellos se suceden, como en el caso de la de Ningwu, se las denomina ‘catedrales de hielo’. Y es que son auténticos templos de la naturaleza.

Si quieres aprovechar la visita a las cuevas para descubrir el resto de la provincia de Shanxi, no dejes de acercarte a sus mayores atracciones, como la mansión-palacio del Consejero Huangcheng, un noble que fue profesor del emperador y que parece un castillo a medio camino entre Oriente y Occidente o la mansión histórica de la familia Wang, la más grande del país y que fue construida en el siglo XVII, con más de 2.000 habitaciones y que cubre 8 hectáreas solo sus edificios del complejo. Además de templos, la pagoda del templo de Fogong, cataratas...

Una región impresionante cuyo palacio de hielo es solo una de las excusas para visitarla.

Más información:
Turismo de China
Shanxi Top 10

Publicidad