ARQUITECTURA COLONIAL

Alcázar de Colón de Santo Domingo, el primer palacio que se construyó durante la época hispánica

Viajamos hasta la capital de República Dominicana para poder conocer el origen de uno de sus grandes atractivos, el Alcázar de Colón.

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Es el momento más que perfecto para poner rumbo a República Dominicana, concretamente hasta la Ciudad Colonial de Santo Domingo. Allí, como no podía ser de otra forma, encontramos un gran número de monumentos y construcciones verdaderamente sorprendentes, a la par que espectaculares. Un claro ejemplo es el Alcázar de Colón.

También conocido como Palacio Virreinal de Don Diego de Colón, se trata de un palacio que data de principios del siglo XVI. Se edificó sobre un solar cercano a los farallones que miran hacia el río Ozama y que fue concedido a Diego Colón, primogénito de Cristóbal Colón, por el Rey Fernando el Católico. Y todo para que construyese un edificio donde establecer su residencia y la de sus descendientes en la isla de La Española. Un lugar al que llegó en 1509 en calidad de gobernador.

El Alcázar de Colón de Santo Domingo, a través de su historia

Para comenzar, debemos tener en cuenta que se construyó entre los años 1511 y 1514, siguiendo al pie de la letra las influencias del existente en Mancera de Abajo, en la provincia de Salamanca, del que aún se conservan las ruinas.

Se desconoce qué arquitecto se encargó de estas obras, pero sí se sabe que el estilo escogido para ello fue el gótico mudéjar. Eso sí, este Alcázar cuenta con varias características renacentistas, así como isabelinas. Esta construcción se erigió utilizando mampostería de rocas coralinas. En su origen, tenía 55 habitaciones de las cuales, en la actualidad, se conservan 22.

Alcázar de Colón
Alcázar de Colón | Imagen de Jahel Tamayo, licencia de dominio público CC0, via Wikimedia Commons

Sea como sea, hay que tener en cuenta que estamos ante el primer palacio fortificado que se erigió durante la época hispánica. Por él pasaron grandes conquistadores españoles, como es el caso de Pedro de Alvarado o, incluso, Hernán Cortés. Además, es la única residencia conocida de algún miembro de la familia Colón más allá de la casa natal del descubridor de América, que aún se encuentra en Génova.

Por si fuera poco, en ese palacio fortificado nacieron Juana, Isabel, Luis y Cristóbal Colón de Toledo, frutos del matrimonio entre don Diego de Colón y su mujer, María Álvarez de Toledo. El hijo del descubridor de América falleció en España en 1526, pero su viuda permaneció en este palacio hasta su fallecimiento, en 1549. Cabe destacar que esta construcción fue habitada por tres generaciones de los Colón de Toledo.

Durante prácticamente dos siglos, este Alcázar fue objeto de litigio. Es más, se dice que en el año 1586, el pirata inglés Francis Drake destruyó o se llevó diversos objetos de valor de esta construcción durante su invasión a La Española. De forma puntual, fue abandonado y el paso del tiempo empezó a hacer estragos en la estructura.

Alcázar de Colón
Alcázar de Colón | Imagen de Phyrexian, licencia: CC BY-SA 4.0, via Wikimedia Commons

Tanto es así que, en 1776, el Alcázar estaba prácticamente en ruinas. Sí que se pensó reconstruirlo para ser utilizado como prisión, pero todo quedó en un mero proyecto. En 1779 empezaron a caerse los techos y en 1783, este lugar empezó a ser utilizado como encierro de animales. Así pues, para proteger sus ruinas, en 1870 fue declarado Monumento Nacional. Eso sí, no fue hasta la época comprendida entre los años 1955 y 1957 cuando se llevó a cabo una intensa restauración a cargo del gobierno de la República Dominicana, siguiendo las directrices del arquitecto español Javier Barroso. Fue él quien brindó a este Alcázar el aspecto con el que lo conocemos en la actualidad.

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