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El único submarino de la Armada española convertido en museo está en Torrevieja

El S‑61 Delfín es un submarino de la clase Daphne cedido por la armada española al Ayuntamiento de Torrevieja, convirtiéndose así en el "primer museo flotante" de estas características en nuestro país.

Submarino S‑61 Delfín de la Armada Española en Torrevieja

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En el corazón del puerto de Torrevieja se encuentra una de las experiencias más singulares de la costa mediterránea: el S‑61 Delfín, el único submarino de la Armada Española convertido en museo flotante en España.

Este emblemático sumergible fue botado en 1973, sirvió durante más de 30 años en misiones de patrulla y vigilancia marítima, y al finalizar su servicio fue donado al Ayuntamiento de Torrevieja, quedando amarrado desde 2004 en el puerto de la ciudad. Hoy ofrece al público la posibilidad de adentrarse en su interior y conocer de primera mano cómo se vivía durante misiones de hasta 28 días bajo el mar.

¿Por qué es tan especial?

El S-61 Delfín es una joya única del patrimonio naval español, no solo por ser el único submarino de la Armada convertido en museo flotante, sino también por la experiencia que ofrece a quienes se atreven a recorrer sus estrechos pasillos. Con 58 metros de eslora y apenas 6,8 de manga, el espacio interior es tan reducido (a veces no supera los 2,5 metros de ancho) que resulta difícil imaginar cómo convivían 56 tripulantes durante semanas en misiones bajo el mar.

Su vida a bordo se regía por una estricta rutina de turnos de cuatro horas de trabajo, ocho de descanso y otras ocho de ocio, en un entorno sin luz natural y con recursos limitados: incluso el agua dulce era tan escasa que las duchas estaban restringidas. Aun así, este sumergible podía alcanzar profundidades de hasta 300 metros, recorrer cerca de 4.800 millas náuticas y transportar doce torpedos con un alcance de 24 kilómetros. Hoy, abierto al público en el puerto de Torrevieja, el Delfín recibe visitantes de más de 126 países y ofrece audioguías en nueve idiomas, consolidándose como un símbolo de la historia naval española y una visita imprescindible en la Costa Blanca.

Una visita para descubrir la vida bajo el mar y el legado naval

El recorrido por el S-61 Delfín permite adentrarse en distintos compartimentos: la sala de torpedos, el puesto de mando, las literas de la tripulación, los espacios para oficiales, la cocina eléctrica en la que se preparaban todas las comidas, los lavabos y retretes compartidos, etc. Los guías explican cómo se organizaba la rutina a bordo y responden, sobre todo, preguntas sobre la vida diaria que despertaban más interés que las misiones bélicas.

Es una actividad ideal para todo tipo de públicos: familias, curiosos de la historia naval, amantes de la tecnología, visitantes internacionales y turistas que buscan algo diferente en la costa mediterránea. Además, complementa la rica oferta cultural de Torrevieja, junto a otros museos, exposiciones y recursos turísticos.

A pocos metros del submarino se encuentra el Museo del Mar y de la Sal, un espacio que narra el origen y la evolución de la ciudad a través de su estrecha relación con el mar y las salinas. En sus salas se exponen maquetas de barcos, herramientas tradicionales y piezas únicas relacionadas con la pesca y la industria salinera, auténtico motor económico de la zona durante siglos.

Junto al puerto también se puede visitar la Patrullera Albatros III, otra embarcación de la Armada Española convertida en museo, que complementa la visita al Delfín y permite conocer cómo era la vida a bordo de estos buques dedicados a misiones de vigilancia marítima.

Para quienes buscan un plan más artístico o cultural, el Centro Cultural Virgen del Carmen acoge una programación estable de exposiciones, conciertos y obras de teatro durante todo el año, mientras que el Museo de Belenes y el Museo de la Semana Santa “Tomás Valcárcel” permiten descubrir tradiciones profundamente arraigadas en la identidad local.

A todo ello se suma una agenda cultural y festiva que mantiene viva la ciudad durante los doce meses: desde el prestigioso Certamen Internacional de Habaneras y Polifonía, declarado de Interés Turístico Internacional, hasta festividades como la del Carmen o la Semana Santa, que llenan de color y música las calles del municipio.

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