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IRLANDA

The Shebeen, un pub irlandés que va donde tú digas

Gracias a la conversión de una antigua caravana en pub tradicional, los dueños del The Shebeen pueden llevar su espíritu cervecero a cualquier rincón de la Isla Esmeralda. Diversión y pintas de calidad están aseguradas.

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Tienes una caravana antigua que no te sirve para nada pero no quieres deshacerte de ella. ¿Qué puedes hacer? Igual seguir la idea de John Walsh, que no fue otra que reconvertirla en su lugar de trabajo, concretamente en un auténtico pub irlandés móvil.

Lo bautizó como The Shebeen y ya es toda una atracción. Claro que también está dentro de la lista de los pub irlandeses más pequeños del mundo, pues dentro de la caravana no hay demasiado espacio: apenas 4,2 x 2,1 metros. Esto da para lo justo: una pequeña barra y un par de mesas con algún banco. Eso sí, todo respetando el encanto clásico de estos 'lugares de culto' de las islas Británicas. Así, la barra es de auténtica madera, barnizada en tonos oscuros; y no falta el surtidor de Guiness para tenerla al momento, así como las botellas de Jameson. Además, en las paredes hay los clásicos carteles antiguos de tabaco, alcohol, destilados...

A John le costó una inversión de 20.000 € y dos meses de trabajo reconvertir la caravana en pub. Claro que ha merecido la pena, porque el resultado, madera de pino y roble envejecida incluida, ha sido increíble. No falta ni la estufa ni la iluminación LED, lo que permite hasta 10 personas sin pasar frío si se solicitan los servicios de The Shebeen en invierno. Claro que mucho mejor en verano, cuando se puede aparcar en un bonito jardín y hacer del pub una terraza abierta.

Walsh está dispuesto a llevar la caravana a cualquier sitio de la isla que quiera sus servicios, aunque él tiene la base en Clarenbridge, en el condado de Galway. De hecho, está triunfando como extra en las bodas de verano, pues es una animada barra diferente que hace las delicias de los invitados que quieren bailar al aire libre. Su precio es de 750 €/día.

Incluso ha contado ya con algunos conciertos, y no lleva aun dos años en funcionamiento. Eso sí, en este tiempo ha tenido ya un buen lavado de cara. Su decoración es muy divertida, pues ha reconvertido la caravana, por fuera, en una especie de casita pequeña tradicional de campo. Ls puertas y ventanas ahora son de un llamativo color amarillo, con cortinas de encaje, en plan bucólico. Al principio eran verdes, pero ya se ha adaptado a los colores de moda. Es imposible no fijarse en su techo a dos aguas o la chimenea que surge de la parte central, rodeada de tejas grises. Aquí está prohibido pasárselo mal.

A saber qué hubiera pasado si John hubiera conseguido vender la caravana antes de convertirla en The Shebeen, como fue su intención. Seguro que ahora no se arrepiente lo más mínimo de ello. Es más, ofrece, al que quiera, hacerle una caravana-pub como la suya. Eso sí, a partir de 33.000 € más impuestos. Igual sale más a cuenta seguir pagando las Guiness en pintas...

Más información:
The Shebeen

 

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