IRLANDA
¿Por qué las puertas de las casas en Dublín son de colores?
Las coloridas puertas de los hogares se han convertido en uno de los grandes atractivos turísticos de la ciudad. Realizamos un repaso por algunas de sus leyendas.

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No hay viajero que haya pisado Irlanda y no haya dejado un pedacito de su corazón en las tierras irlandesas. Conocido por todos por su encanto natural, particular cultura, rica gastronomía y numerosas leyendas, cada vez son más las personas que optan por ir de vacaciones a esta gran nación. Y es que, ya sea Cork, Limerick, Galway o Waterford, todos los lugares presentan un encanto especial. Sin embargo, en esta ocasión nos centraremos en Dublín, la capital y la ciudad más poblada.
Ubicada cerca del río Liffey y con mucha presencia victoriana en sus barrios, Dublín es conocida por su inigualable vida nocturna. El pueblo irlandés ha hecho de sus pubs su característica más singular, pues son grandes amantes del ocio y de la música en directo. Todo ello sumado a sus paisajes naturales, los cuales han inundado de verde numerosas zonas de la ciudad. De hecho, prueba de ello es el famoso Phoenix Park. Sin embargo, hay una curiosidad que no todo el mundo sabe y que siempre llama la atención de todo aquel que visita sus calles. ¿Cuál? Las coloridas puertas de los hogares.

Los habitantes de Dublín buscan la alegría y la armonía en todas sus formas. Por ello, apuestan por pintar las puertas de sus hogares con tonos muy llamativos y vibrantes. Una peculiaridad que destaca sobre las regulares fachadas de estilo georgiano inglés. Y es que, no hay límites cromáticos. Cada vecino escoge su tonalidad favorita, por lo que no hay dos puertas contiguas con el mismo color. Un amplio abanico de colores que se puede ver perfectamente en las zonas de Merrion Square, Fitzwilliam Square, Baggot Street, Lower Baggot Street o Leeson Street.
Leyendas sobre las coloridas puertas de Dublín
Como abordábamos en líneas anteriores, Irlanda es un país repleto de leyendas. Por ello, en esta ocasión no iba a ser menos. Actualmente, existen muchas explicaciones sobre el colorido de las puertas de Dublín. Una de ellas cuenta que fue un acto de rebeldía a la orden británica en el año 1861. Pues, por aquel entonces, la Reina Victoria impuso que el pueblo tenía que pintar todas las puertas de color negro por el luto de la muerte de su marido, Alberto de Sajonia-Coburgo-Gotha.
Pero, no hay una versión oficial respecto a este tema. Otra historia, mucho más curiosa, habla de un hombre que llegó muy borracho a su casa. Sin embargo, lo que nunca se imaginó fue ver a su mujer teniendo relaciones sexuales con otro hombre. Ante ello, promovido por la cólera, los mató a ambos y se fue a dormir. Asimismo, a esta rocambolesca historia hay que añadir que, al día siguiente, el protagonista de esta leyenda se dio cuenta que no estaba en su casa, sino en la de sus vecinos. Por lo tanto, y para su sorpresa, había matado a sus vecinos porque se había equivocado de puerta. Una terrible situación que llevó al pueblo de Dublín, desde entonces, a pintar las puertas de sus hogares de un color muy diferenciado para que no volviesen a pasar crímenes de este estilo.

Las leyendas continúan y otra muy conocida explica que, a finales del siglo XIX, los escritores George Moore y Oliver St. John Gogarty eran vecinos. Muchos rumores cuentan que Gogarty acostumbraba a llegar borracho a casa y terminaba golpeando la puerta de su vecino. Por ello, Moore, cansado de esta tortura, decidió pintar la puerta de su casa de un verde brillante para que no se equivocase más. Por su parte, Gogarty se enfadó mucho y decidió pintar la suya de rojo. Una situación que generó una pequeña rivalidad vecinal, pues, tras ellos dos, continuaron el resto de los vecinos pintando sus puertas de otros colores.
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