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UNA OBRA QUE SUPUSO UNA AUTÉNTICA HAZAÑA

32 kilómetros de barrera frente al mar, así es el rey de los diques

Afsluitdijk, una obra de ingeniería espectacular, merece una visita. Y es así porque se trata de uno de los diques más impresionantes del mundo, una proeza faraónica que tuvo lugar hace casi un siglo en Holanda.

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Holanda es un país en el que  los canales, las esclusas y los diques forman parte del paisaje. Un país de agua, que se caracteriza por haber ganado terreno al mar, y es que hay que recordar que una cuarta parte de su territorio se encuentra bajo el nivel del mar. Debido a esto, antaño, el territorio se veía anegado con frecuencia por la subida del agua del Mar del Norte.

A consecuencia de este fenómeno, el país tuvo que invertir en obras faraónicas, en principio para evitar estas inundaciones. Así nació Afsluitdijk, un dique de 32 kilómetros de longitud que conecta la provincia de Holanda del Norte con la provincia de Frisia. Un dique construido entre 1927 y 1933 como parte fundamental de un ambicioso plan llamado las Obras del mar del Sur. Una obra increíble que dio como resultado un dique que hoy se conoce como el rey de los diques.

La construcción del Afsluitdijk convitió un antiguo entrante poco profundo del mar del Norte, el mar del Sur Zuider Zee, en un lago de agua dulce. En un lago artificial que quedó en el centro del país, el IJssel, que es hoy el lago más importante de los Países Bajos. Ese fue uno de los efectos colaterales.

El impresionante y colosal dique tiene una anchura de 90 metros y unos 7 metros de altura medidos sobre el nivel del mar y cuenta con una carretera que conecta dos provincias, Holanda del Norte con la provincia de Frisia, con cuatro carriles de circulación y una vía para bicicletas. En cada uno de los extremos hay dos esclusas, Den Oever y Kornwerderzand, construidas para permitir el paso del agua, evacuar el agua sobrante, y permitir la navegación de los barcos. Una obra de ingeniería espectacular que merece la pena conocer.

En la actualidad, el imponente dique de Afsluitdijk es mucho más que un simple dique que protege a Holanda de las inundaciones. También es una autovía por la que circulan miles de personas a diario, además de ser un atractivo turístico de primer orden.  Recorrerlo, de una orilla del lago a la otra, ya sea en coche, en bicicleta o a pie, es disfrutar de unas magníficas vistas.

Como ya os hemos comentado, las obras de esta inmensa estructura se iniciaron en el año 1920 para detener las inundaciones periódicas que sufría la región. Pero lo que no os hemos contado es que en su construcción participaron más de 5.000 obreros y que se utilizaron unos 23 millones de metros cúbicos de arena. El dique se inauguró después de 13 años de trabajo, el 25 de septiembre de 1933.

Las obras del mar del Sur se realizaron en dos etapas. La primera fase consistió en construir una presa en el mar del Sur para transformarlo en un lago de agua dulce el IJssel. Y el objetivo de la segunda fase fue ganarle tierras al agua. Esta obra que era en aquel entonces toda una hazaña se realizó con medios mucho más limitados que los que hay en nuestros días. Por eso, un monumento en la parte occidental, en Den Oever, honra la memoria de los miles de holandeses que trabajaron aquí. En el lado frisio no hay que perderse el Kazemattenmuseum, el Museo de las Casamatas, un sistema de búnkeres fortificados construidos sobre una isla por donde pasa el dique, que logró detener el avance de los nazis en 1940.

Frisia es una provincia de los Países Bajos que se diferencia de las demás por poseer una cultura propia. Una provincia con idioma propio y con un  paisaje también único, con una cadena de lagos interiores conectados que es el más grande de Europa. Un lugar maravilloso para los amantes de los deportes acuáticos. Naturaleza en estado puro entre bosques, playas y pastizales que convierten a Frisia en un lugar perfecto para pasear en bicicleta o hacer excursiones.

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